LECTURA
DIARIA:
Isaías
capítulo 26
Continúa
el cántico de alabanza del capítulo anterior. En aquel día revela otra vez su
carácter apocalíptico. Fuerte ciudad, se refiere a Jerusalén, la cual es un
símbolo de la salvación del pueblo de Dios.
La
gente alabará a Dios en el Día de Jehová cuando Cristo establezca su Reino. El
capítulo 26 es un salmo de confianza, alabanza y meditación. Una vez más, Dios
reveló el futuro a Isaías.
La
completa paz de la que habla el versículo 3, se expresa en hebreo por shalom,
shalom, de acuerdo con la costumbre hebrea de repetir las palabras para
enfatizar algo.
Cuando
habla de: “Tú guardarás . . . a aquel” es todo lo que implica la palabra
shalom salud, felicidad, bienestar, paz. La palabra traducida pensamiento
significa «imaginación». Lo que Isaías dice es que aquel cuya imaginación
creativa (su capacidad de concebir proyectos e ideas), descansa firmemente en
el Dios eterno, disfrutará de la paz en todas sus manifestaciones.
Nunca
podremos evitar los conflictos en el mundo que nos rodea, pero con Dios
conoceremos la paz perfecta aun en medio del caos. Cuando nos entregamos a Él,
nuestra actitud es firme y estable. Apoyados por el amor inalterable y el gran
poder de Dios, la confusión que nos rodea no nos conmoverá.
Los juicios
de Dios son una parte vital de la justicia que se enseña a los no redimidos.
En
ocasiones «el camino del justo» no parece ser tan apacible y no es muy fácil
hacer la voluntad de Dios, pero nunca estaremos solos cuando nos enfrentemos a
tiempos difíciles. Dios está ahí para ayudarnos en nuestras dificultades, para
consolarnos y para guiarnos. Dios lo hace al darnos un propósito (guardando
nuestras mentes centradas en El) y entregarnos sus provisiones a medida que
avanzamos. Dios nos ofrece relaciones de familia, amigos y mentores. Nos da
sabiduría para tomar decisiones y fe para confiar en Él.
Aun
el malvado recibe los beneficios de Dios, pero eso no le prepara para ser
bueno. A veces el juicio de Dios nos enseña más que sus buenas dádivas.
La
resurrección de los justos reafirma la esperanza de vida eterna.
Algunas
personas dicen que no hay vida después de la muerte. Otros creen que la hay,
pero que no es física. Sin embargo, Isaías nos dice que nuestros cuerpos
resucitarán. De acuerdo con 1 de Corintios 15.50-53, todos los muertos en
Cristo se levantarán con cuerpos nuevos e incorruptibles semejante al que tuvo
Jesús cuando resucitó.
Isaias
26.19 no es el único versículo del Antiguo Testamento que habla de la
resurrección.
Los
versículos 20 y 21 ofrecen una palabra de esperanza al fiel remanente que
espera por la intervención de Dios.
Cuando
Dios venga a juzgar la tierra, el culpable no encontrará dónde esconderse, ya
que Su verdad, como una luz brillante en un rincón oscuro, las revelará.
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