UN MOMENTO ARA PENSAR EN DIOS
CRISTIANO
O DISCÍPULO
En
tiempos de Jesús miles y miles lo seguían, pero no todos eran cristianos porque
no habían creído en él. En tiempos de Jesús muchos cristianos lo oían cuando
enseñaba pero solo los discípulos lo obedecían hasta morir. Hoy no todos los
cristianos que asisten a los templos están dispuestos a compartir lo que creen,
a obedecer las reglas de la vida cristiana según la Biblia y a trabajar para
hacer tesoros en el cielo aunque esto signifique morir.
El
enigma no está entre que es mejor entre ser un cristiano o ser un discípulo sino
que es lo que DIOS busca de nosotros para que se cumpla su voluntad. Un
cristiano que vive apegado a las reglas que la Biblia establece para la vida
cristiana deja de ser un cristiano común porque se convierte en un seguidor de
Jesús ya que cada día anhela y se esfuerza por ser como Jesús.
Solo
imaginemos por un momento lo que pasaría en el mundo entero si todos los que
nos denominamos cristianos nos apegásemos a la Biblia, nos dejásemos guiar por
el Espíritu Santo, y estuviésemos saturados del amor de DIOS y comprometidos
con la misión de Jesús.
Definitivamente,
necesitamos dejar de ser cristianos comunes para convertirnos en discípulos de
Jesús. Solo así, tocaremos el corazón de las personas, influenciaremos
positivamente las estructuras de la sociedad, modelaremos con libertad y
autoridad frente a la generación que nos ve para ser transformada por el poder
del Espíritu que mora en nosotros. La Palabra tendría poder al compartirla, el
amor sería nuestro amigo inseparable que respaldaría nuestros sentimientos,
pensamientos y acciones y habría coherencia.
Jesús
dijo, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz,
y sígueme”. (Lucas 9.23)
Las
iglesias están repletas de cristianos, y gracias a DIOS por ello, pero
tristemente solo son cristianos y lo que DIOS quiere es que cada uno de los
cristianos nos convirtamos en discípulos de Jesús. Solo el que es discípulo de
Jesús estará dispuesto a compartir lo que cree, a seguir las reglas de la vida
cristiana según la Biblia y a trabajar hasta ya no tener fuerza ni aliento con
tal que la voluntad de DIOS se cumpla.
Si
no somos discípulos de Jesús es porque aún no hemos entendido lo que Jesús
encomendó a sus discípulos “Id y haced discípulos”, lo que Pablo encomendó a
Timoteo, “Lo que has oído de mí, esto encarga a hombres fieles e idóneos para
enseñar también a otros”. (2 de Timoteo 2.2)
Lo
que el Espíritu quiere hacer con nosotros es completar la misión de Jesús,
hacer discípulos no simplemente cristianos. Esta es nuestra tarea, dejar de ser
cristianos comunes para convertirnos en discípulos de Jesús y hacer a otros,
discípulos de Jesús. El discípulo es disciplinado, diligente, trabajador,
servicial, perseverante, determinado, firme y fiel.
Si
como cristianos tenemos estas cualidades, hemos dejado de ser cristianos comunes
y nos hemos convertido en discípulos de Jesús porque nos esforzamos cada día en
compartir lo que creemos, en obedecer las reglas de la vida cristiana y vivir
solo para servir aunque nos cueste la vida.
DIOS les bendiga
abundantemente.
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