UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL
LENGUAJE DEL RESPETO ES LA JUSTICIA Y LA MISERICORDIA
El
verdadero valor de la vida lo da DIOS. (Jeremías 9.23-26).
Sin
embargo, la sociedad ya no valora la vida. Se debe buscar el valor de la vida
siguiendo el orden correcto, primero bajo la perspectiva de DIOS y luego bajo
la perspectiva de uno mismo. El error del humanismo y de la psicología es buscar
en el yo aquello que sólo DIOS puede proveer.
La
vida es un regalo de DIOS. El ser humano solo es un administrador de la vida
que le ha sido encargada y por tanto, no tiene ninguna competencia ni capacidad
de decisión sobre la vida.
DIOS
no se detiene, no se desilusiona y no cambia por las debilidades, defectos y
falsas percepciones que nosotros mismos nos estipulamos o la gente o el mismo
diablo nos ha hecho creer que no valemos nada.
El
verdadero valor de nuestra vida está en reconocer el valor que DIOS nos ha
dado. Él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos (Salmo 92.1-2, Salmo 100).
DIOS dio lo mejor para darnos valor eterno (Juan 3.16, 1 Juan 3.1).La manera
como DIOS nos ve es muy diferente a la manera como nos miramos a nosotros
mismos.
DIOS
nos ha hecho para su gloria (Efesios 1.6, 12); nos ha capacitado para que la
honremos, adoremos y exaltemos a DIOS. Si tan solo hacemos aquello para lo cual
fuimos creados, ya hemos descubierto el valor que tenemos para DIOS. Descubrir
esto da sentido, rumbo y razón para vivir.
El
valor de la vida la da DIOS. Él es el Creador y por consiguiente ama y protege
su creación.
El
cuidado de DIOS es una demostración de su justicia (Josué 20).
Como
parte de la distribución de la tierra, y establecimiento de leyes justas, Dios
dijo a Moisés que no distribuyera ciertas ciudades de las que había dado a la
tribu de Levi las cuales tendrían una función especial de refugio. En la
actualidad pueden ser comparadas con la función que tienen las embajadas o los
Consulados en países extranjeros que sirven para proteger y salva guardar a
personas perseguidas de manera injusta, o en caso de emergencias.
Podría darse una mala interpretación a lo que
DIOS estaba haciendo acá. Tratar de proteger a los homicidas sin tomar en
cuenta que por accidente o no, se hizo un mal a la otra familia, pereciera
injusticia. Sin embargo, es todo lo contrario, prevalece la justicia y el valor
de la vida. El hecho de designar seis lugares para que sean refugios de
personas perseguidas por un accidente, no es más que la expresión clara de la
misericordia y la justicia de DIOS.
Cuando
se piensa en lo que DIOS pretendía con las ciudades de refugio nos debe hacer
pensar en que nuestra actitud y disposición hacia los demás debe ser siempre el
hacerles el bien, no tolerarles el mal, no cubrirles su maldad, pero si
ayudarles a salir de esta clase de vida o evitar que otros abusen de su
libertad o autoridad para hacerles mal.
La
ley dice que ninguno es culpable si aún no se ha comprobado su culpabilidad.
DIOS
como un árbitro justo, aboga por los dos lados: hacer justicia y misericordia,
o castigar y disciplinar.
La
justicia de DIOS no hace mal a nadie, tampoco tolera el pecado de nadie.
Respetar
significa reconocer, estimar, y valorar la vida de las personas por sobre todas
las cosas, sin dejar de aplicar la justicia.
Nuestra
forma de pensar y decidir es muy diferente a la de DIOS.
Dos
atributos de DIOS que hablan sobre el valor que él tiene sobre cada ser humano
son la justicia y misericordia resumidas en el amor.
El
amor de DIOS tiene dos caras que ha de verse en dos perspectivas: disciplina y
bondad, castigo y recompensa, felicitación y reprensión.
DIOS,
lejos de ser tolerante, es justo porque evita que se practique la injusticia
pero sin llegar a ser encubridor o favorecedor del culpable.
Es
una expresión clara del cuidado que DIOS tiene de cada uno de sus creaturas.
En
esta integración de la justicia y la misericordia es que DIOS demuestra que nos
ama y que desea que nos tratemos como seres humanos, con respeto, justicia, y
amor.
Dios
les bendiga abundantemente.
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