jueves, 24 de noviembre de 2016

Leyendo... Josué capítulo 5


La imagen puede contener: 5 personas, texto
LECTURA DIARIA:
Josué capítulo 5

Los enemigos de Israel "oyeron que Jehová había secado las aguas". Se dieron cuenta que la fuerza de los israelitas no dependía de ellos mismos, sino de Otro más poderoso. Esa fuerza dependía de Dios mismo. Era una fuerza sobrenatural, que sus enemigos no sabían cómo pelear. 


El rito de la circuncisión señalaba a Israel como el pueblo del pacto de Dios. Cuando Dios pactó con Abraham, exigió que todos los varones fueran circuncidados como señal de que ponían fin a la vida antigua y comenzaban una nueva vida con Dios (Génesis 17.13).
Otras culturas en este tiempo utilizaban la circuncisión como señal de comienzo de la adultez, pero sólo Israel lo usaba como señal de seguir a Dios. Un hombre solo puede ser circuncidado una vez. Volver a circuncidar "la segunda vez" se refiere a circuncidar a los muchos jóvenes que aún no habían sido circuncidados.
Todos, menos Caleb y Josué, entre los hombres de más de veinte años en el tiempo de Cades-Barnea murieron en el desierto por el castigo de Dios. Por tanto, todos, menos Caleb y Josué, no habían sido circuncidados.
Pero ahora Dios tenía una generación de personas que habían demostrado fe y obediencia hacia él en sus victorias sobre dos reyes al lado este del Jordán y al cruzar el río Jordán.
Ahora, sí, el rito de la circuncisión tendría valor y significado. Ahora era pueblo de Jehová, estaba ligado a su pacto. Por tanto era necesaria ahora la señal de la circuncisión como una identificación con Jehová y con su pacto.
La celebración de la Pascua les ayudó a recordar cómo Dios rescató a Israel de Egipto y cómo esto ayudó grandemente en su escape de Egipto. El propósito verdadero de su escape de allí era de entrar y tomar posesión de la Tierra Prometida en la cual actualmente estaban.
El maná que Dios proveía del cielo para Israel durante su peregrinación en el desierto cesó el día después de celebrar la pascua. Fue así porque ya no había necesidad del maná. Ya podían comer del fruto de la Tierra Prometida.
Localizado a unos tres kilómetros de Jericó, Gilgal fue el campamento permanente de Israel y el centro temporal de gobierno y adoración durante su conquista de Canaán.
Allí el pueblo renovó su compromiso y pacto con Dios antes de intentar conquistar la nueva tierra.
En Gilgal el ángel comandante del ejército de Dios se le apareció a Josué con instrucciones adicionales para la batalla y ánimo para la conquista. Después de la conquista, Gilgal continuó siendo un sitio importante en Israel.
Este fue un ángel de rango superior, Príncipe del ejército de Jehová. Algunos dicen que fue una aparición de Dios en forma humana. Como señal de respeto, Josué se quitó el calzado. Aunque Josué era el líder de Israel, estaban sometido a Dios, el Líder absoluto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario