jueves, 17 de noviembre de 2016

Leyendo... Deuteronomio capítulo 33


La imagen puede contener: una o varias personas y texto
LECTURA DIARIA:
Deuteronomio capítulo 33

Moisés agrega una bendición solemne a todos sus preceptos, advertencias y profecías. 
Después del preámbulo solemne empiezan las bendiciones por Rubén, el primogénito de Jacob, o mejor, por la tribu que lleva su nombre. Parece que Moisés encuentra la tribu de Rubén muy empobrecida, pues pide que no se extinga.
Moisés reconoce la importancia de Judá entre las otras tribus, pero sus palabras no son tan halagüeñas.
A Leví le otorga el echar las suertes, es decir, el urim y el tumin, con las que se consultaba a Yahvé. Era un oficio exclusivo de los sacerdotes.
A continuación, el profeta enumera las dos funciones esenciales y características de la tribu de Leví: enseñanza de la Ley y determinación de los juicios de Yahvé, es decir, la aplicación de la Ley en las causas judiciales y el servicio en el altar ofreciendo el incienso o timiama y el holocausto. En vista de la importancia de sus funciones específicas, el profeta pide la bendición para los miembros de esta tribu privilegiada, el castigo contra los que se oponen a sus privilegios sagrados.
Moisés anuncia a Benjamín el amor especial de Dios, pudiendo morar así seguro, como niño mimado, en las espaldas de su Dios.
La bendición sobre José es para las dos tribus salidas de él, Manasés y Efraím. Moisés alaba la fertilidad de las tierras en que se asentaron estas tribus, enriquecidas con las lluvias del cielo. En general, esta bendición está calcada sobre la de Jacob a la misma tribu. La fertilidad de sus campos se reflejaba en los mejores frutos, madurados con buen sol y preparados durante meses en los ciclos de la luna, que regula el curso de las estaciones.
Zabulón e Isacar, que se habían asentado cerca del mar, en el NO. de Canaán, son celebradas por las riquezas que del mar sacaban. Como en la bendición de Jacob se citan juntas estas dos tribus y nuevamente se alude a sus empresas comerciales marítimas.
La tribu de Gad recibió lo mejor de la tierra porque obedecieron a Dios al ejecutar su castigo sobre los enemigos malvados de Israel. Gad recibió su porción al oriente del Jordán en las primeras conquistas de Israel.
Moisés, con el asentimiento de los príncipes del pueblo, concedió a Gad una rica heredad las primicias de la tierra conquistada a condición de que los gaditas pasaran el Jordán con los demás israelitas para conquistar la tierra de Canaán, en cuya empresa mostraron su ardor y arrojo al frente de otras tribus; por eso se dice de Gad que ejecutó la justicia de Yahvé, y más tarde tuvo su parte en la ejecución de los fallos o decretos divinos de acuerdo con Israel.
La hazaña en que mostró Dan su valor no es otra que la conquista de Lais, a la que luego llamaron Dan, junto a la fuente más baja del Jordán. Esto es lo que le merece el honor de ser comparado con un león de Basan, región montañosa de gran frondosidad forestal, cuyos ganados y fieras eran famosas por su vigor y fuerza de ataque.
Neftalí habitaba en lo mejor de Galilea, al occidente del mar de Genesaret, abundante en pescado; de ahí la alusión al mar y peces como posesión peculiar suya.
A Aser lo bendijo diciendo: Sea el amado de sus hermanos, Y moje en aceite su pie. Lavar los pies en aceite era una señal de prosperidad.
A la tribu de Aser, a la que había tocado la zona costera, rica en olivos, estaba rodeada al norte por fenicios, al sur y oriente por cananeos, tenía que guardar bien sus poblados con cerrojos de hierro y bronce, como único medio de gozar de reposo y seguridad.
Cada tribu de Israel recibió una bendición especial y específica, con la excepción de la tribu de Simeón, la cual no aparecen entre las doce tribus.
La tribu de Simeón no aparece como una de las tribus porque durante el período de los jueces, la tribu de Simeón fue absorbida por la tribu de Judá.
En su lugar aparecen los dos clanes de José, Efraín y Manasés que son considerados dos tribus en Israel.
La bendición general de las tribus termina con una bendición final sobre la nación y un cántico de alabanza al Dios que protege a Israel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario