jueves, 10 de noviembre de 2016

Leyendo... Deuteronomio capítulo 26


No hay descripción de la foto disponible.
LECTURA DIARIA:
Deuteronomio capítulo 26

Este capítulo introduce la ceremonia de la presentación de las primicias de los frutos. Esta ceremonia debía ser celebrada por el pueblo en Canaán, después de terminada la conquista de la tierra prometida. 


La presentación de las primicias del fruto se hacía en el templo, delante del sacerdote. La expresión el lugar que Jehová tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre se refiere al santuario central donde estaba el arca del pacto, el símbolo de la presencia divina.
Cada israelita tenía que presentarse en el templo ante el sacerdote que estaba oficiando la ceremonia. Cada individuo traía su canasta con las primicias de los frutos del campo y la depositaba delante de Jehová, declarando que los frutos en la canasta representaban la cosecha que él había recibido. La declaración de la persona que hacía la presentación aparece en forma de una confesión de fe. Seis veces en esta sección Israel es exhortado a recordar que Dios era la fuente de bendición y que él era quien proveía para la nación.
La declaración de fe que el israelita recitaba incluía dos afirmaciones. La primera afirmación de la persona que presentaba la canasta delante de Dios era que reconocía que él había recibido una porción de la tierra prometida porque Dios había cumplido la promesa hecha a los patriarcas.
La segunda afirmación de la persona que hacía la presentación de la canasta aparece en los versículos 5-10. Esta confesión de fe hace referencia a la situación difícil de sus antepasados y enfatizaba la fidelidad de Dios a través de la historia de Israel y de la preservación milagrosa del pueblo en su jornada hacia Canaán.
La presentación de las primicias era ocasión de gran júbilo en Israel.
El propósito de un diezmo especial cada tres años era el ayudar a las personas más pobres en Israel. El grupo de personas pobres y necesitadas incluía los levitas, los forasteros, los huérfanos y las viudas.
Los versículos 17-19 contienen la ratificación del pacto entre Dios y la nueva generación de israelitas que se preparaban para entrar en la tierra de Canaán y recibir la herencia que Jehová había prometido dar a los descendientes de Abraham. Israel se comprometía a obedecer las demandas del pacto y Jehová prometía ser el Dios de Israel y hacer de la nación un pueblo especial, un pueblo separado de las otras naciones para el servicio exclusivo de Dios.
Moisés actúa como el mediador entre Dios y el pueblo. Como mediador del pacto, Moisés exhorta a Israel a obedecer las leyes y los decretos que formaban las demandas del pacto. Israel se comprometía a ser el pueblo de Dios, aceptando las demandas del pacto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario