TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Judas,
siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, saluda a los que Dios el Padre ama
y ha llamado, los cuales son protegidos por Jesucristo”. Judas
1.1
En
esta pequeña carta vemos a Judas expresar su carga de que los hermanos sigan en
los caminos del Señor a pesar de encontrarse en medio de condiciones bastante
difíciles en la comunidad de fe.
Su
llamado es a contender por la fe, pero lo hace partiendo de este versículo que
tiene estas tres importantes verdades que nosotros también debemos considerar
ante los retos que enfrentamos hoy.
En
primer lugar les recuerda que somos “llamados”, que es una obra de gracia el
que nosotros podamos estar del todo en la fe.
Dios
quien abre nuestro entendimiento para poder reconocer nuestra condición y
responder a Su provisión poniendo nuestra fe en la obra de su Hijo en nuestro
favor.
Judas
también les recuerda que somos “amados”. Y es que en medio de crisis
abrumadoras es fácil sentirse solo o desamparado.
Es
el amor de Dios incondicional y eterno, que nos sostiene y ayuda a mantener un
corazón libre en medio de estos momentos de retos en nuestra vida.
Justificados
de nuestros pecados, Judas agrega que somos amados “en Dios Padre”. ¡Esta la
bendición de haber sido adoptados a la familia de Dios!
Y en
tercer lugar dice que somos “guardados”. En medio de situaciones difíciles es
fácil sentir que todo depende de nosotros para poder mantenernos firmes. Es
también de gran ánimo y bendición a nuestra alma el saber que somos guardados
por Él y “para Jesucristo” como dice el versículo.
Dios
es poderoso para guardar a Sus hijos “sin caída y para presentarlos sin mancha
en presencia de Su gloria con gran alegría”.
Pensemos
en esto y encontremos nuestro descanso en Él.
Dios
les bendiga abundantemente.
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