domingo, 15 de septiembre de 2019

Leyendo... 2 Pedro capítulo 3



LECTURA DIARIA:
2 Pedro capítulo 3

Los burladores de los últimos días dirán que Jesucristo nunca volverá, pero Pedro refutó su argumento explicando el plan maestro de Dios en el tiempo. Los "postreros días" es el tiempo intermedio entre la primera y segunda venida de Cristo.

En la época de Noé la tierra fue juzgada mediante el agua; en la segunda venida de Cristo será juzgada por el fuego.
Dios pudo haber parecido muy lento para estos creyentes cuando afrontaban la persecución cada día y anhelaban ser librados. Pero Dios no es lento y no actúa de acuerdo con nuestra medición del tiempo. Jesucristo está esperando que más pecadores se arrepientan y se vuelvan a Él.
El día del Señor es el día del juicio de Dios en la tierra. Aquí se menciona como referencia al regreso de Cristo. La segunda venida de Cristo será sorpresiva y terrible para quienes no creen en El. Pero si estamos limpios en lo moral y vigilantes en lo espiritual, no nos tomará por sorpresa.
El propósito de Dios para el ser humano no es destruirlo sino recrearlo. El purificará los cielos y la tierra con fuego, y luego hará una nueva creación de ambos. Podemos mirar con gozo hacia adelante, hacia la restauración del mundo bueno de Dios.
No debemos ser ociosos ni sentirnos satisfechos de nosotros mismos por el hecho de que Cristo no haya regresado todavía. Por el contrario, nuestra vida debe expresar nuestra gran expectativa en su venida.
En el tiempo en que Pedro escribió, las cartas de Pablo ya habían logrado una amplia reputación. Pedro habla de las cartas de Pablo como si estuvieran a un mismo nivel con "las otras Escrituras". La Iglesia primitiva ya las consideraba inspiradas por Dios.
Pedro y Pablo tenían muy diferentes conocimientos y personalidades, y predicaron desde diferentes puntos de vista. Pablo ponía énfasis en la salvación por gracia, no por la ley; mientras que Pedro prefería hablar de la vida y el servicio cristianos. Los dos no se contradijeron; más bien, siempre se tuvieron alta estima. Los falsos maestros usaron mal los escritos de Pablo con todo propósito, tergiversándolos a fin de tolerar el desorden.
Pedro les advierte a sus lectores que deben evitar los errores de esos maestros perversos al crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. Cuanto más conozcamos a Cristo, tanto menos nos atraerá la enseñanza atractiva de los falsos maestros.
Pedro concluye su breve epístola de la misma forma que empezó, exhortando a sus lectores a crecer en la gracia y el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, conociéndolo cada vez más. Este es el paso más importante para refutar a los falsos maestros. Sin que importe dónde nos hallemos en nuestro viaje espiritual ni cuán maduros seamos en nuestra fe, el mundo pecaminoso siempre se enfrenta a nuestra fe de una u otra forma. Nos queda todavía mucho camino por recorrer. Si cada día hallamos formas de acercarnos más a Cristo, estaremos preparándonos para defender la verdad en todas las circunstancias.

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