LECTURA
DIARIA:
1
Pedro Introducción
Pedro
también llamado Simón y Cefas, fue uno de los doce discípulos escogidos por
Jesús y junto con Jacobo y Juan, formó el grupo íntimo que Jesús seleccionó
para una preparación y una comunión especiales. Pedro fue uno de los primeros
en reconocer que Jesucristo era el Mesías, el Hijo de Dios, y Jesús le dio un
puesto de liderazgo especial en la iglesia.
Aunque
durante el juicio de Jesús Pedro negó conocerlo, luego se arrepintió y llegó a
ser un gran apóstol.
El
apóstol Pedro escribió esta carta para animar y fortalecer a los creyentes que
enfrentaban pruebas y persecución bajo el emperador Nerón.
Los
cristianos podían esperar persecución social y económica de tres fuentes
principales: los romanos, los judíos y sus propios familiares. Todos serían mal
entendidos. Algunos serían hostigados; otros serían torturados e incluso
condenados a muerte.
El
estado legal de los cristianos en el Imperio Romano no era muy claro. Muchos
romanos seguían pensando que los cristianos eran una secta judía. Como la
religión judía era legal, consideraban al cristianismo también legal, siempre y
cuando los cristianos cumplieran con las leyes del imperio. Sin embargo, si los
cristianos se negaban a adorar al emperador o a inscribirse en el ejército, o
si participaban en disturbios civiles, podían ser castigados por las
autoridades civiles.
A
muchos judíos no les gustaba que se les asociara en lo legal con los cristianos.
A menudo los judíos maltrataron a los cristianos, los expulsaron de la ciudad o
intentaron poner en su contra a los funcionarios romanos.
La
carta de 1 Pedro pudo haberse escrito sobre todo para los nuevos cristianos y
para los que planeaban bautizarse. Debía advertírseles acerca de lo que tenían
por delante y requerían las palabras de aliento de Pedro para ayudarles a
enfrentar dicha experiencia.
Esta
carta es todavía de ayuda para los cristianos que enfrenten pruebas. Muchos
discípulos de Cristo en todo del mundo viven bajo gobernantes mucho más
represivos que el Imperio Romano del primer siglo.
En
todas partes los cristianos están sujetos a malos entendidos, ridiculizados y
hasta hostilizados por sus amigos incrédulos, empleadores y miembros de la
familia. Nadie está libre de catástrofes, dolor, enfermedad y muerte, pruebas
que, como la persecución, nos hacen depender por completo de la gracia de Dios.
Para los lectores de hoy, como también para los lectores originales de Pedro,
el tema de esta carta es la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario