TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Ésta es, queridos hermanos,
la segunda carta que les escribo. En las dos he querido, con mis consejos,
hacerlos pensar rectamente.
Acuérdense de lo que en otro tiempo dijeron
los santos profetas; y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles
les enseñaron a ustedes. Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días
últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que
en son de burla preguntará: « ¿Qué pasó con la promesa de que Cristo
iba a volver? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el
mundo fue creado.» Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos
antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo
salir del agua y la mantiene en medio del agua. También por medio del agua
del diluvio fue destruido el mundo de entonces. Pero los cielos y la
tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato
de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los
malos”. 2 Pedro 3. 1 – 7.
Pedro entiende que la
mentalidad humana para que sea trasformada necesita de la repetición constante
de aquellas cosas que son importantes para que se guarden primero en la memoria
del individuo y luego estas puedan ser reveladas en la medida en que son
puestas en práctica. De modo que sus dos cartas contienen un sencillo pero
poderoso mensaje que exhorta a la iglesia a vivir una vida santa y obrando
siempre en la voluntad del Señor.
Es bueno y sano recordar las
Escrituras, releerlas todas las veces que sea posible, junto con el mensaje de
Cristo a través de los evangelios, pues no todos tienen una mente prodigiosa
que pueda recordar cada evento, de manera que con solicitud procuremos
estudiar, leer y meditar en las escrituras y el mensaje que Cristo nos
compartió.
Muchos se preocupan por el
tiempo en que ha de ocurrir la segunda venida de nuestro Señor y Salvador,
algunos se burlaran que no haya ocurrido aun, pero no entienden que el Señor
tiene misericordia y ha extendido los tiempos para que no se pierdan.
Muchos de los que se ríen
que desprecian la profecía y desconocen intencionalmente lo que las escrituras
nos revelan, olvidan que la Palabra de Dios a través de Cristo mismo hecho
carne, da sustento a la creación, ese verbo surgió del agua y por medio del
agua inicio el ministerio que da vida eterna al que cree.
Por esa misma unidad entre
la palabra y el agua, el mundo de la antigüedad pereció inundado. Pero ese
mismo ministerio que trajo vida, en un tiempo pasado también trajo juicio sobre
la humanidad.
Pedro quiere ahondar en la
simbología del agua, la Palabra y la obra redentora de Cristo.
La Palabra también ha
entregado a justicia todo aquello que le ha sido confiado.
Esa es nuestra confianza,
seguridad y esperanza. El Señor Jesucristo vuelve, pronto lo veremos.
Dios les bendiga
abundantemente.
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