Un momento... Permanecer en Dios

 

UN MOMENTO CON DIOS

Permanecer en Dios

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie.

¿Cómo dices tú: ¿Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”.  (Juan 8. 31 – 36)

Ellos habían creído en El, le habían escuchado hablar y también le habían visto actuar.
El Señor les había hablado del amor de Dios, ese Dios tan grande, tan poderoso, tan omnipotente, pero que tenía tiempo para detenerse un momento con cada uno de ellos, para escuchar y para responder a sus oraciones, de acuerdo a sus necesidades, conforme a su voluntad.
El Señor Jesús les había hablado de la esclavitud del pecado. Qué difícil es para el hombre comprender que es esclavo del pecado, generalmente creemos que debemos o podemos arreglar nuestra vida por nosotros mismos, sin comprender que solo Dios tiene el poder para limpiarnos y liberarnos de todo mal. Por nosotros mismos no podemos transformar nuestra naturaleza pecaminosa y solo Dios es capaz de hacer la obra de regeneración y darnos una nueva vida para encausarnos así por el camino que nos trazó nuestro Señor Jesucristo.
Aquí, el Señor introduce el tema de seguirlo, de permanecer en él y en su Palabra también.
Permanecer en su Palabra implica conocerla, comprenderla, como también obedecerla, o sea, ponerla por obra.
Con cuanto amor y con cuanta paciencia nos trata Dios. Él nos conoce bien, estamos continuamente delante de él, de día o de noche, y en cualquier situación.
El conoce nuestros pensamientos y cada uno de nuestros hechos, pero aun así nos ama y aun así, cada día se acerca a nosotros, para decirnos, “buen día hijo, como estás, descansaste bien, sabes una cosa, tengo grandes y maravillas cosas para ti en este día. Te gustaría conocerlas y que las hiciéramos juntos.”
Miremos como les dice, “Si permaneciereis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”. Qué importancia le da Dios a permanecer en su Palabra, o sea, que importante es para Dios, que abramos cada día su Palabra, la Biblia, leamos un pasaje allí, oremos y meditemos como aplicarla a nuestra vida cotidiana, como poner por obra en nuestra vida, aquello que Dios nos pide, nos aconseja, o nos muestra.
Jesús dice aquí que si permanecemos, “seremos verdaderamente sus discípulos, conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres”
Al permanecer en Cristo, Dios va a ir abriendo nuestro entendimiento para comprender el significado de su Palabra, conocer más en profundidad la verdad de Dios, o sea, ir conociendo más a Dios en profundidad y así conocer la libertad a la cual nos ha llamado a vivir. Ya no viviremos esclavos del pecado, sino que Dios estará muy cerca de nosotros, para guiarnos a través de su Palabra y del Espíritu Santo y poder así ser libres.
Dios quiere darnos libertad, quiere que tomemos nuestras propias decisiones, Dios nos enseñará a tener una libertad responsable, vivir en libertad y vivir en forma agradable a Dios.
Permitamos a Dios que él lo haga libremente, no sigamos viviendo esclavos del pecado o esclavos de nosotros mismos, sujetos a nuestros propios deseos o a los deseos de los demás, sino vivamos esta hermosa vida que Dios nos propone, caminando cerca del Señor Jesucristo, guiados por Su Palabra y dejando que Dios nos sorprenda día a día con Su presencia y Su amor.

Dios les bendiga abundantemente.