martes, 16 de mayo de 2023

Un momento... Como acercarnos a Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Como acercarnos a Dios

 

“Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.  (Mateo 6. 6)

 

Nuestras preferencias para acercarnos a Dios pueden variar tanto como nuestras personalidades y rasgos. Encontrar el mejor modo y lugar para ti para orar te ayudará a con tu decisión de orar cada día.

Es verdad que para muchos es más fácil orar en grupos y también que hay más fluidez y voluntad interior al orar en compañía de otros creyentes; incluso es necesario que un esposo ore con su esposa, con sus hijos; que una iglesia ore junta, que se junten amigos a orar, etc.

Todo esto es muy bueno, pero recordemos que Jesús dijo que “cuando ores, cierra la puerta y ora a tu padre que está en lo secreto. Entonces tu Padre, que ve lo que haces en lo secreto te recompensará… “.

Jesús solía separarse a lugares solitarios para orar. Necesitamos alejarnos de la televisión, de los teléfonos sonando, de todo lo que nos distraiga.

Hay personas que el único a lugar a solas que encontrarán en sus casas serán un baño o un clóset. ¡Está bien! Todo lugar es bueno para orar. Puede ser un balcón, el patio, un pasillo, etc. Solamente asegurémonos que el lugar que seleccionemos podamos ir o entrar todos los días a la misma hora.

Podemos aprender a orar en cualquier lugar. A veces, en vacaciones o viajes, encontraremos algún lugar en el auto, los aviones, trenes, autobuses. Lo más importante es saber que necesitamos un lugar fijo para la rutina diaria, un lugar donde sin importar que sintamos o no a Dios, Él sepa que estamos ahí para encontrarnos con Él.

Esta es una de las razones de orar a solas, que podamos orar en voz alta. Esto puede sonar extraño. Pero de todas las oraciones que encontramos en la Biblia la mayoría fueron en voz audible. La oración es articulada, hablada, mencionada. El silencio es para la meditación. Orar en voz alta ayuda a que nos mantengamos enfocado en la oración, a que no nos quedemos dormidos, a que no nos distraiga un pensamiento sobre qué comeremos, qué tareas o pendientes tenemos, etc.

Podemos orar en todo tiempo también, cuando salimos, caminando, mientras manejamos, obviamente puedes orar sin que sea una oración audible. Lo podemos hacer todo el tiempo, antes de una reunión importante, cuando queremos que todo vaya bien con alguien, cuando tenemos miedo, etc. Siempre habrá momentos cuando la oración pensada será mucho más apropiada.

Pero el punto es este: orar en voz alta es la norma, especialmente si queremos una extensa y bien enfocada conversación con Dios.

A algunas personas les gusta orar de rodillas, a otros puestos de pie, sentados o arrodillados. Hay quienes incluso lo hacen caminando de un lado a otro. Encontremos una postura en la cual no nos gane el dolor ni el sueño. La llave es encontrar nuestro propio estilo, el que nos funcione y ayude a enfocarnos. Pero lo más importante es cada día tener ese momento con Dios, de comunión con Él, donde podemos derramar nuestro corazón, pero sobre todo escuchar la dulce voz de nuestro Padre Celestial guíandonos.

Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario