viernes, 12 de mayo de 2023

Un momento... Esperar en Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

Esperar en Dios

 

“Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan. Bueno es esperar calladamente a que el Señor venga a salvarnos”. (Lamentaciones 3. 25 – 26)

 

Cuando nuestra vida parece estar cayéndose a pedazos, la decisión más “espiritual” que podemos tomar, es sorprendentemente solo una, buscar estar a solas con Dios, y esperar.

La Biblia nos dice esto repetidas veces. Cuando la vida es un fardo pesado de llevar y difícil de manejar, alejémonos para estar a solas con Dios. Debemos permanecer en silencio. Inclinarnos en oración. No hacer preguntas. Esperar a que venga a nosotros la esperanza. No huir del problema.

La mayoría de nosotros no sabemos cómo “estar en silencio.” Siempre estamos ansiosos. No nos gusta esperar en Dios porque no nos gusta estar quietos sin hacer nada. Nos gusta tener el control.

¿Qué significa esperar en Dios?; Sentarse, cerrar la boca, y solo escuchar a Dios. Podemos leer la Biblia. Podemos orar. Pero más que todo esto, debemos estar tranquilo ante Dios.

La ansiedad viene cuando no estamos “esperando que la esperanza aparezca “, como Jeremías nos dice. Dios quiere hablar con nosotros. Él quiere darnos la esperanza que anhelamos. Pero estamos demasiado ocupados. Todos nuestros sentidos están ocupados. Cuando Dios nos llama, estamos en una frecuencia diferente.

Si queremos escuchar a Dios y experimentar la esperanza que tiene para nosotros, tenemos que estar a solas con Él. Tenemos que “allegarnos a Él en silencio” y estar dispuestos a escucharle.

Jesús también dijo en Mateo 6. 6: “Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”.

Seamos honestos con Dios, y nuestra atención se quitará de sólo estar viendo nuestros problemas, sin importar cuan abrumadores sean, a ver la gracia de Dios.

Hay un propósito en la espera de la promesa de Dios.
 Dios está trabajando en nosotros, formando nuestro carácter, fortaleciendo la fe.
David dijo: “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”. (Salmos 40.1)
La espera, es el tiempo de clamar y aprender a esperar con paciencia.
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. (Salmos 46.10)
Dios quiere que aprendamos a confiar y depender de Él.
Eso significara muchas veces, Estar quietos y aprender a confiar en Dios, aun cuando las cosas no se ven nada bien.
Cuando esperamos lluvia y estamos viendo un cielo azul sin una sola nube en el horizonte.
Cuando esperamos en la promesa sin cumplir y no vemos nada que nos indique que lo que esperamos está en camino.
Cuando todo parece que está en contra de nuestras expectativas.
Cuando vemos las circunstancias que no están a nuestro favor.
Todo esto es solamente la perfecta oportunidad para ver la mano de Dios moverse y obrar milagros a nuestro favor.

Porque cuando la noche esta más obscura, es cuando está a punto de amanecer.

La fe no espera ver para creer, solo cree y obedece.
Antes de tratar de resolver nuestros problemas por cuenta propia, dejemos que Dios nos rescate.

Dios no se ha olvidado de ti nosotros de Su promesa, Él ha escuchado nuestro clamor, esperemos con fe, con paciencia, con esperanza.

 Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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