martes, 30 de mayo de 2023

Un momento... Creer en Cristo


 

UN MOMENTO CON DIOS

Creer en Cristo

 “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos: - que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. - Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”.  (Romanos 10. 8 – 10)


Si miramos nuestra sociedad, podemos comprender, que cada vez más las personas toman conciencia, de la importancia de tener una buena relación con Dios. Ya no es raro ver que las personas se interesen por conocer con más profundidad todo lo referente a Dios, y además hay un creciente interés por la lectura de la Biblia a nivel general. 
Hay todavía un gran sector de la sociedad, que tiene su fe puesta en otras cosas, aparte de Dios, pero aún esto, marca su interés por las cosas espirituales. Evidentemente han equivocado el camino, en cuanto al objeto de adoración y fe, pero podemos rescatar la búsqueda, si lo están haciendo con sinceridad, tienen muchas posibilidades de encontrarse con el Señor en medio de su búsqueda. Como vemos, a través de los tiempos, el hombre solo ha repetido los mismos errores, con el mismo patrón de incredulidad, no hacerle caso a Dios, ni creerle a Él, razón por la cual ha tomado distintos caminos, todos inventados por el mismo hombre, tratando así de justificar y tranquilizar su conciencia, frente a la realidad del pecado y su imposibilidad de perfeccionarse a sí mismo. 
El pueblo al que hace referencia Pablo, era un pueblo que debería conocer a Dios, dado que era el pueblo elegido por Dios, pero en su incredulidad y su dureza de corazón habían desarrollado un complicado ritual religioso, para justificarse a sí mismo, utilizando la Palabra de Dios como base, pero negando la eficacia de las Escrituras, para acercar correctamente al hombre a Dios. 
Esta constante, ha perseguido a la iglesia desde sus comienzos, siempre ha habido alguien que ha querido agregarle algo a la Biblia, porque en el fondo, no creen que con lo que dice Dios en su Palabra es suficiente para acercarse a Dios en busca de perdón y restauración. 
Por eso, es de suma importancia, que conozcamos bien la Palabra de Dios, para estar atentos a cualquier imitación, no aceptemos imitaciones de la verdad, aferrémonos a la Palabra de Dios, leámosla, estudiémosla, practiquémosla, y así conoceremos cómo es la Palabra de Dios. 
Gracias a Dios, Él nos advierte de estos peligros, para que estemos atentos y no caigamos en soluciones cargadas de humanismo, pero vacías de contenido escritural. 
La única forma correcta de acercarse a Dios para pedirle perdón y restaurar la comunión con Él, es a través de la fe en Jesucristo, creer de corazón que Jesucristo es el Hijo de Dios y confesarlo con la boca como Señor y Salvador. 
Que hermoso es ver y escuchar, cuando alguien puede hablar sin miedo ni vergüenza de Dios, y lo confiesa como su Padre y como Señor. 
Que importante es este detalle, creer con el corazón y confesar con la boca. Que importante es el equilibrio y el paralelismo entre nuestro pensamiento, nuestras palabras, y nuestros hechos. 
Que difícil es encontrar el equilibrio en nuestra vida, que tentadores parecen los extremos, el que vive como una persona que no cree en nada, aunque se congregue en una iglesia, y el otro que vuela en un misticismo totalmente irreal, totalmente abstracto y totalmente subjetivo. 
Por eso el Señor Jesucristo, en su sabiduría dijo, “no todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de mi Padre, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo”. (Mateo 7. 21) 
La fe comienza por el oír la Palabra de Dios, luego de plantada la semilla de fe en nuestro corazón, esta comienza a dar los primeros frutos, nos convence de pecado, empezamos a darnos cuenta de las cosas que a Dios no le agradan y nos empezamos a sentir mal por nuestra conducta, nuestro pensamiento, o nuestras palabras. Evidentemente, el paso siguiente tiene que ser, el arrepentimiento genuino. Si nos damos cuenta que estamos mal con Dios, si nos damos cuenta que hay cosas que están mal en nuestra vida y en nuestra comunión con Él, necesitamos arrepentirnos y pedirle perdón a Dios. 
Él nos creó para tener con nosotros esa relación de amor real y personal, Él quiere comunicarse con nosotros, quiere hablar a nuestro corazón, quiere ayudarnos en las cosas de todos los días. 
Acerquémonos a Dios. Dios quiere lo mejor para nuestra vida y nuestra familia. Confiemos y abramos nuestro corazón.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 


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