viernes, 19 de octubre de 2018

Leyendo... Oseas introducción



LECTURA DIARIA:
Oseas introducción

Oseas fue profeta en el reino del norte (Israel). Sirvió desde 753 hasta 715 a.C. Bajo Jeroboam II, el reino del norte prosperó materialmente, pero decayó espiritualmente.
El pueblo era ambicioso y adoptó la conducta moral y la religión idólatra de sus vecinos cananeos.
El papel de Oseas era mostrar que el reino del norte era infiel a Dios, su “esposo” y proveedor, y se casó con Baal y los dioses de Canaán.
Les advirtió que a menos que se arrepintieran de su pecado y se volvieran a Dios, irían a parar a la destrucción. Oseas habló de las características de Dios (su inmenso amor poderoso y su fiera justicia) y cómo esto afectaría sus vidas y los haría regresar a Él. Es lamentable, pero el pueblo violó su pacto con Dios y recibirían el castigo que El prometió.
Los últimos seis reyes de Israel fueron especialmente malvados; establecieron impuestos altos, oprimieron a los pobres, fueron idólatras y no tuvieron respeto alguno por Dios. Israel se vio sometido a Asiria y forzado a pagar tributo, lo que le quitó los pocos recursos que le quedaban.
El pueblo de Israel había pecado contra Dios, como una adúltera peca contra su esposo. Era seguro que el castigo caería por vivir sin respeto a Dios ni a sus compatriotas. Oseas vio sucumbir a la nación ante Asiria en el año 722 a.C.
Oseas fue contemporáneo de Jonás (793-753) Amós (760-750) Miqueas (742-687) Isaías (740-681)
¿Realmente le ordenó Dios a este profeta que se casara con una prostituta? Algunos a los que se les hace difícil creer que Dios pudiera hacer una petición como ésta ven la historia como una ilustración, no como un hecho histórico.
Sin embargo, muchos piensan que sucedió y dan una de estas explicaciones: (1) De acuerdo con la ley de Dios, un sacerdote no podía casarse con una prostituta (Levíticos 21.7), pero Oseas no era sacerdote. (2) Es posible que Gomer no fuera prostituta cuando Oseas se sacó con ella, y que Dios estaba permitiendo que Oseas supiera que Gomer más tarde se inclinaría hacia el adulterio y la prostitución. En cualquier caso, Oseas sabía de antemano que su esposa le sería infiel y que su vida matrimonial sería una lección objetiva para el adúltero reino del norte a quien él profetizaba. 1.2, 3 Es difícil imaginar los sentimientos de Oseas cuando Dios le dijo que se casara con una mujer que le sería infiel. Probablemente no quería hacerlo. Pero obedeció.
 A menudo Dios pide una obediencia extraordinaria de sus profetas que estaban enfrentando tiempos extraordinarios.
Al hablar acerca de los hechos pasados, Oseas por lo general pensaba en Israel como el reino del norte con Samaria como capital. Sin embargo, cuando Oseas hablaba acerca de acontecimientos futuros que se relacionaban con las promesas de Dios de restauración, es difícil comprender sus palabras aplicándolas exclusivamente al reino del norte debido a que los cautivos del norte se mezclaron para siempre con sus conquistadores.
Por todo esto, las promesas del regreso muchos las ven como: (1) condicionales, ya que los israelitas decidieron no volver a Dios y por lo tanto no tenían derecho a las bendiciones incluidas en las promesas de restauración, o (2) incondicionales, porque las promesas de restauración de Dios se cumplen en Jesucristo y por lo tanto la Iglesia (la nueva Israel) recibe sus bendiciones.
 A pesar de que Israel fue infiel, el compromiso de Dios permaneció inalterable. 

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