martes, 2 de octubre de 2018

Leyendo... Ezequiel capítulo 45



LECTURA DIARIA:
Ezequiel capítulo 45

Ezequiel nos presenta en este capítulo una distribución simétrica y sistemática ideal de la nueva Tierra Santa.
Se trata de una idealización utópica en función de ideas teológicas. El centro de la nueva Tierra de Promisión será el templo, morada de Dios. Las tribus serán sistemáticamente distribuidas al norte y al sur del recinto sagrado. La nueva vida nacional debe ser teocrática en el sentido pleno y efectivo de la palabra; de ahí la presencia de Dios en el centro geográfico de Tierra Santa.
Se establecería un sistema justo de pesos y medidas para impedir se cometieran los abusos del pasado. Una recomendación semejante a ésta había sido dada en el pasado.
La tierra designada para el templo estaba localizada en el centro de la nación.  Dios es el centro de la vida. Debe ser nuestra máxima prioridad.
La ambición y la extorsión eran dos de los principales pecados sociales de la nación durante este tiempo. En la nueva economía habría abundancia de tierra para los «príncipes» y ya no habría bases para la codicia. Por lo tanto, se les ordenaba a los príncipes y al pueblo ser rectos y honestos, sobre todo al hacer negocios.
Las condiciones y las regulaciones para estas ofrendas se describen en detalle en Levítico 1-7.
La Pascua era una fiesta anual de siete días que  Dios instituyó para que su pueblo recordara cuando los liberó de la esclavitud de Egipto. En esa primera noche de Pascua, «el heridor» pasó sobre las casas marcadas con sangre de cordero y solo hirió a las que no tenían marca
Sólo se mencionan tres grandes festividades sagradas: El día de Año Nuevo; la Pascua, combinada con la Fiesta de los Panes sin Levadura; y la Fiesta de los Tabernáculos o de la Cosecha. Curiosamente, se omite la tercera fiesta ordenada para todos los israelitas varones, la Fiesta de las Semanas o del Pentecostés y el Día de la Expiación. La ceremonia del primer día del primer mes y el séptimo día de cada mes, parecen reemplazar el Día de la Expiación. No hay una clara explicación del porqué Ezequiel escogió mencionar estas fechas.
A esta fiesta anual celebrada en octubre se le llamaba la Fiesta de los Tabernáculos. La misma conmemoraba la protección que  Dios dio a su pueblo cuando viajó por el desierto desde Egipto hacia la tierra prometida.

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