viernes, 1 de junio de 2018

Un momento... CULTIVANDO LAS RELACIONES INTERPERSONALES



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
CULTIVANDO LAS RELACIONES INTERPERSONALES

Mientras la tecnología se impone cada vez más en nuestra vida, hemos perdido de vista la importancia de pasar tiempo personal con los demás.

La conexión que establecemos en una interacción cara a cara con una persona es profunda. Leyendo la expresión del otro, recibimos pistas importantes sobre su estado de ánimo: si está feliz, triste o tranquilo. Llegamos a comprender las señales no verbales que transmiten parte del significado en la conversación. Reunimos información sobre cómo se siente la persona: confundida, desconcertada, enojada. Captamos destellos de diversión y de humor compartido. Entrevemos si la persona está confiada, abierta y sincera o bien reticente y reservada. Todo esto lo alcanzamos en la comunicación cara a cara.
Los seres humanos hemos interpretado las expresiones del rostro desde tiempos inmemoriales.
La Biblia narra que cuando Dios reprochó a Caín por su desobediencia, a Caín se le "decayó su semblante" (Génesis 4.5). Los sentimientos de Caín fueron fáciles de leer: ¡Los tenía escritos claramente en el rostro!
Cuando Nehemías, siendo copero del rey Artajerjes, no pudo ocultar su dolor por la suerte de su pueblo sufriente en Jerusalén, el Rey le preguntó: "¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón" (Nehemías 2.2) 
En Proverbios leemos: "Como en el agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al del hombre" (Proverbios 27.19) 
Nuestro rostro es el lazo de comunicación por el cual se sostienen nuestras relaciones personales. El contacto cara a cara es un medio invaluable para forjar y mantener relaciones sanas, firmes y llenas de satisfacciones.
Lamentablemente en nuestro mundo actual el contacto cara a cara se va convirtiendo en un lujo cada vez más escaso.
A medida que la comunicación electrónica se acelera y abarata, la interacción personal genuina se hace más rara. El precio lo estamos pagando en forma de relaciones superficiales o interrumpidas. Un estudio reciente encontró que el empleo excesivo de los medios de comunicación, y en especial cuando se hacen varias cosas a la vez o "multitareas", puede perjudicar el desarrollo social y emocional en los preadolescentes.
El estudio encontró que "las multitareas digitales excesivas y el tiempo largo pasado frente a la pantalla se relacionan con la mala salud social y emocional, que incluye falta de confianza, sensación de no ser normal, más amistades consideradas mala influencia por los padres y menos horas de sueño".
¿Cuál es el remedio? Según distintos estudios, la respuesta se encuentra en algo tan sencillo como antiguo: Las conversaciones cara a cara. 
El mensaje más importante es que la comunicación cara a cara es enormemente importante, pero que ha decaído demasiado entre los jóvenes y entre las familias".
Los jóvenes no son los únicos que tienen la tentación de reemplazar la interacción cara a cara por los contactos en los medios.
También los adultos son vulnerables. Muchos adultos pasan horas frente a la computadora, el teléfono llamado inteligente, la tableta u otros aparatos de alta tecnología. Estos instrumentos dan acceso sin precedentes a medios de entretenimiento y comunicación instantánea, y tienen un lugar válido en nuestra vida.
Pero debemos preguntarnos si somos los amos de nuestros aparatos o más bien sus esclavos (Romanos 6.16). Si no, preguntémonos si no sentimos "angustia de separación" la última vez que nos alejamos del teléfono inteligente o de la computadora por algún tiempo.
Y si no nos hemos alejado de ellos, ¡quizás eso en sí sea la respuesta!
À medida que avanza la tecnología de las comunicaciones, nos queda cada vez más fácil evitar casi todas las interacciones humanas. Sí, hay momentos en que un mensaje bien escrito puede ser preferible a una efusiva conversación personal. Pero en muchas de nuestras interacciones, las recompensas del "toque personal" valen la pena. Cuando empleamos medios tecnológicos para evitar a los seres humanos, quizás ahorremos tiempo, pero perdemos la oportunidad de forjar una relación, una confianza y una conexión con otros; así como los beneficios inesperados que se presentan en el espacio cara a cara".
Si queremos cultivar relaciones más genuinas y satisfactorias consideremos la importancia de apartar tiempo para la comunicación cara a cara, y que sea una prioridad en tres aspectos primordiales de la vida: la familia, los hermanos espirituales y lo primero y principal con DIOS mismo.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario