miércoles, 6 de junio de 2018

Un momento... ¿ES NORMAL SER “NORMAL”?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿ES NORMAL SER “NORMAL”?

La mayoría de las personas quieren sentirse aceptadas por los demás. Es una característica humana tan fuerte como natural.

Mirando atrás observamos los cambios tan drásticos que ha sufrido la sociedad en los últimos 20 o 30 años. Gran parte de lo que antes se consideraba "normal" está lejos de serlo hoy. Años atrás, las familias uniparentales no eran escasas, pero nadie cuestionaba que lo ideal era una familia intacta encabezada por un padre y una madre. Hoy, en cambio, los "abanderados de la justicia social" se empeñan en imponer una nueva "normalidad" en la sociedad. Desde los distintos medios de comunicación se hace hincapié en distintos modelos de familia, por ejemplo entre dos hombres homosexuales, o dos mujeres que cambian su sexo, pero que a la vez quieren tener hijos. Entonces vemos mujeres vestidas de hombre embarazadas y deciden que ellos son una familia. Los hijos tiene "dos papás" y otros tienen padres adoptivos más un padre ausente que nunca aparece. Los programas en la TV se burlan de los valores familiares tradicionales y promueven la idea de que "familia" se puede definir a voluntad, de cualquier modo.
Con todo esto en mente, como podemos ayudar a nuestros hijos a comprender las consecuencias de ser "normal" en la sociedad de hoy.
DIOS previó este problema hace mucho tiempo. Inspiró al apóstol Pablo a escribir una carta al joven ministro Timoteo, en la cual describió la conducta que se consideraría "normal" en los años anteriores al regreso de Jesucristo, y es también una descripción acertada de las actitudes que están imperando hoy en día: "Debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita" (2 Timoteo 3.1-5).
El apóstol Pablo comprendía que la gente en los últimos días sería egoísta, arrogante y dada a presumir de su propia importancia. Los hijos serían irrespetuosos con los padres. La gente no expresaría gratitud y no agradecería las cosas buenas de la vida. Le faltaría dominio propio y le sobraría orgullo. Harían las cosas como más les gustan sin importarles las otras personas. En resumen, las personas se amarían a sí mismas y formarían una sociedad en la cual el amor cristiano generoso y la obediencia a DIOS serían del todo anormales.
Anhelar el rótulo de "normal" en nuestros días es querer ser el tipo de persona con quien ni siquiera nos gusta asociarnos. En nuestros días se ha perdido el concepto de normalidad, para el mundo no es normal esforzarse por obedecer a DIOS y vivir conforme al ejemplo que Jesucristo dejó a sus seguidores. Sin embargo, el mundo verá cambios muy dramáticos en un futuro cercano. DIOS inspiró al profeta Isaías, quien dejó constancia de esta maravillosa profecía: "Un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su Imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su Reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hará esto" (Isaías 9.6-7). El profeta Zacarías, también dijo: "Todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, al Eterno de los ejércitos, y a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la Tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, el Eterno de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia" (Zacarías14.16-17).
Estos dos pasajes en conjunto muestran un panorama extraordinario. Pronto, DIOS reinará sobre toda la Tierra, y entonces todos harán lo que Él dice. Los atributos humanos egoístas serán reemplazados por humildad, respeto, gratitud y cortesía hacia los demás. Quienes en la actualidad han optado por ir en contra de lo que se considera “normal” para la sociedad actual, verán el fruto de obedecer a DIOS a pesar de sentirse rechazado por muchos por su forma de vivir.
Pidamos a DIOS que nos dé el valor y la fortaleza para ir contra la corriente, para no conformarnos a lo que el mundo considera normal, y emprendamos desde ahora el modo de vida que DIOS sí considera normal. “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”. (Romanos 12. 2)
Dios les bendiga abundantemente.

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