viernes, 29 de junio de 2018

Leyendo... Jeremías capítulo 9



LECTURA DIARIA:
Jeremías capítulo 9

Jeremías sintió emociones encontradas con respecto a su pueblo. Mentira, fraude, traición, adulterio e idolatría eran pecados frecuentes. Se enojó por el pecado de ellos, pero también sentía compasión.
Dios lo apartó de ellos por su trabajo para El, pero también era uno de ellos. Jesús tuvo sentimientos similares cuando estuvo frente a Jerusalén, la ciudad que lo rechazaría
En este mundo de pecado y dolor, que termina pronto en muerte y juicio, ¡qué necios los hombres que se glorían en su conocimiento, salud, fuerza, riqueza o en cualquier cosa que los deja bajo el dominio del pecado y de la ira de Dios! Y de lo cual debe rendir cuenta en el más allá. Esto sólo acrecentaba su desgracia.
Son el Israel verdadero los que adoran a Dios en Espíritu, se regocijan en Cristo Jesús y no tienen confianza en la carne.
La gente tiende a admirar cuatro cualidades en los demás: sabiduría humana, poder (valor), misericordia y riqueza. Sin embargo, Dios establece como prioridad más alta conocerlo en forma personal y vivir de manera que se refleje su justicia y rectitud.
La circuncisión se remonta a los días de Abraham. Para el pueblo de Israel era símbolo de su relación de pacto con Dios. La circuncisión también la practicaban naciones paganas, pero no como señal de un pacto con Dios. En la época de Jeremías, los israelitas olvidaron el significado espiritual de la circuncisión aun cuando seguían realizándola.

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