martes, 17 de abril de 2018

Un momento... ¡PELEA PERO PELEA BIEN!





¡PELEA PERO PELEA BIEN!

En la lucha libre hay ciertos rangos y reglas. Hay unos luchadores que pelean usando toda clase de trucos, mañas y trampas con tal de vencer, pero hay otros que deben luchar limpiamente. Un punto bien común en los dos casos es que todo luchador sea sucio o limpio necesita prepararse muy bien antes de enfrentarse al opositor. Es que el lema tanto para el que pelea en el nivel de los peleadores sucios o en el nivel de los peleadores limpios, es que ambos deben pelear bien. El sucio pelea bien entre más sucio es, y el limpio pelea bien entre más limpio pelea.

El apóstol Pablo en algunos de sus escritos habla sobre cómo luchar, correr o pelear. Por ejemplo dice que el atleta debe prepararse bien, se debe pelear la buena batalla, no tirar golpes a la ventura o de balde, o al aire. Quien corre o lucha debe no perder de vista la meta final para obtener la corona para no ser descalificado.
“Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.   (1 de Timoteo 6.12)
En fin, el lema de Pablo es, ¡Pelear bien la batalla! Pablo toma una realidad conocida por la audiencia para enseñar una verdad espiritual que todos los hijos de DIOS enfrentamos todos los días, una lucha espiritual, una guerra, una batalla contra el diablo, el mundo y nosotros mismo. Si anhelamos vencer, es necesario ¡pelear, pero pelear bien!
Esto podríamos compararlo con la experiencia que Jesús mismo tuvo al inicio del ministerio público, en el desierto donde fue tentado por satanás quien buscaba impedir que Jesús llegase a la cruz. Satanás ataco en el lugar adecuado y en el momento más crucial de la vida de Jesús, recién ungido como Hijo de DIOS, autorizado oficialmente para cumplir la voluntad de DIOS, el inicio de la carrera final donde seria declarado Rey de reyes. Sin embargo, Jesús respondió con oración y Palabra de DIOS. (Mateo 4. 1 – 11)
Para vencer en la vida cristiana debemos estar bien preparados con la oración y la Palabra.
Un punto relevante es que Jesús siempre se propuso hacer la voluntad de DIOS, y sabía que solo era sometido a DIOS que no había otra forma de hacer Su voluntad que no fuera el morir en la cruz.
Comparemos esta parte en los tres libros sinópticos para apreciar que Marcos resume una vez lo que Jesús dijo 14.35, Mateo cita lo que Jesús dijo en dos veces 26.39,42 y Lucas cita a Jesús pero solo una vez 22.42. Lo curioso es que cada uno tiene un tono diferente, pero los tres expresan el compromiso de Jesús de hacer la voluntad de DIOS.
Eso es pelear bien, pelear en obediencia a DIOS.
Es necesario volver la mirada al ejemplo de Jesús, el obtuvo la victoria sobre la tentación (pelea) más grande, más desafiante y más profunda que alguien puede enfrentar, y él la venció por medio de la oración, porque busco la ayuda de DIOS, y porque se propuso hacer solo la voluntad de DIOS.
Peleemos la vida cristiana sometidos a la voluntad de DIOS.


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