sábado, 14 de abril de 2018

Un momento... ¿ESTÁS LISTO PARA TRIUNFAR?




¿ESTÁS LISTO PARA TRIUNFAR?

Hay personas que DIOS las ha llevado al lugar exacto donde está la oportunidad de triunfar, pero por no estar preparados, o por no someterse a los parámetros de DIOS, han fracasado.

Triunfo para DIOS no es llegar primero, sino saber llegar. Triunfo para DIOS no es la cantidad de cosas que haces, sino la calidad de las cosas independiente de la cantidad. Triunfo para DIOS no es la habilidad, no es la ofrenda, no es lo que puedes hacer sino el corazón y la actitud que tenemos cuando ofrendamos y hacemos las cosas. Triunfo para DIOS no es ser el más importante, el que tiene la mayor autoridad, o quien toma las decisiones, sino la persona que es fiel a DIOS y su Palabra, independiente del lugar en que este, la posición que tenga, y la autoridad que ejerza.
DIOS desde que nos creó nos dotó con los recursos necesarios para triunfar en la vida, vivir vidas que honren y glorifiquen al Creador. Nos hizo para dar a conocer a DIOS al mundo entero. Nos hizo para ser un pueblo santo, para cumplir su voluntad.
Él nos hizo para ser felices en esta tierra a través de vivir sometidos a su voluntad, comprometidos con su plan, y llenos de su eterno amor. El problema del ser humano es que no ha entendido el significado real del triunfo, pues en vez de triunfar para la gloria de DIOS, se ha desviado en busca de las cosas que les complacen a ellos mismos. El problema es que no buscan el triunfo bajo la perspectiva de DIOS.
Ahora pensemos como hijos de DIOS. ¿Cuál es el significado que tenemos sobre triunfar en la vida?
Debemos decir hacer todo siguiendo la voluntad de DIOS, apegados a lo que la Biblia enseña, buscando agradar siempre a DIOS, esforzándose por crecer espiritualmente, beneficiar a la familia, y que la obra de DIOS avance, ese es el real triunfo. 
Pablo mismo dice que vivamos de triunfo en triunfo, en Romanos 8. 28 – 39 dice que somos más que vencedores. En otras palabras, cada cosa que hacemos para honrar a DIOS si lo hacemos desde una buena relación con Él; estamos haciendo aquello para lo cual DIOS nos puso en la tierra.
Hacer lo que DIOS nos ha mandado, es ser triunfadores.
Aquellos que a pesar de ser hijos legítimos de DIOS, viven como que si no lo fueran, aunque digan que en la vida están triunfando, que DIOS los está bendiciendo, que todas las cosas le están saliendo bien, que están mejor que cuando estaban bien comprometidos en el evangelio, y que duermen muy tranquilos; están muy equivocados.
Eso no es lo que la Biblia enseña. ¿Cómo puede DIOS bendecir a quienes no le obedecen, a quienes viven vidas camufladas, vidas a medias, no comprometidas, con un pie en el mundo y el otro en la iglesia, practicando cosas del mundo, comportándose como incrédulos, a pesar de que un día confesaron ser hijos de DIOS, y participaron en algún ministerio?
Tengamos mucho cuidado, DIOS no puede ser burlado, y todo lo que el hombre sembrare, eso cosechará.  Gálatas 6.7
Comportamientos así hacen que el evangelio no avance.
El mayor triunfo de un cristiano está en la obediencia y la fidelidad.
Ser fiel a DIOS en todo y obedécele en todo. El mundo necesita y espera verdaderos triunfadores, los que promueven el amor a DIOS, la fidelidad a la Palabra, y la conservación de los valores espirituales, morales y cívicos.
Seamos triunfadores en nuestra relación con DIOS, y lo demás llegará según nuestra necesidad.


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