viernes, 6 de abril de 2018

Un momento... CUIDADO LA NECEDAD ADORMECE



CUIDADO LA NECEDAD ADORMECE

Hay personas que cuando hablan cambian el rumbo del ambiente en que se están.  
Puede ser un gran exponente de la Palabra que con su atractiva retórica logra impresionar y captar la atención de los oyentes sin dejarlos hasta terminar su discurso o ponencia. Y  al final decimos, no sentí el tiempo, es que estaba tan bonito lo que decía el predicador que el tiempo se fue volando.   

Que bueno ese tipo de personas que con su exposición no solo captura la atención del oyente sino que deja una serie de enseñanzas fáciles de aplicar porque ha llegado al corazón.  Además, el ambiente que se disfruta en los momentos de la exposición es tan agradable que todos lo gozan y no quisieran que esto terminara.
Sin embargo, hay personas que sin medir las consecuencias, sin tomar en cuenta los sentimientos, y sin siquiera pensar en los demás emiten palabras que también logran captar la atención de los oyentes.    
 Solo que las palabras contienen un sentido de necedad, no tienen sabiduría, encantan a las personas.     
En Eclesiastés capítulo 10 versículo 11 dice, “si pateas a la serpiente antes de ser encantada, quien sale perdiendo es el encantador”.   
Esto es un arte, la de los encantadores de serpientes, hay personas así.  También hay personas que logran adormecer a las personas con palabras, sonidos, y ciertos ademanes.   
Hay políticos que logran encantar (manipular) o adormecer a muchas personas con tal de que le sigan, quienes son incapaces de ver lo malo que hacen los políticos encantadores.
En el mismo capítulo de Eclesiastés nos dice: “Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, más los labios del necio causan su propia ruina. El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?”  Eclesiastés 10. 12 - 14
El versículo 12 dice que las palabras  de la boca del sabio están llenas de gracia, más las del necio causan su propia ruina. El versículo 13 describe la ruina que obtiene el necio por sus palabras no sabías, es un nocivo desvarío.  El versaículo14 dice que el necio multiplica las palabras aunque no sabe nadie lo que ha de ser.
En el versículo16 el predicador hace un contraste entre el sabio y el necio:¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!”, entre la necedad y la sabiduría, entre el poder hipnotizador del necio que con palabras no bien pensadas son emitidas y logran cambiar el rumbo del sentir de los oyentes, ya que crea reacciones, pensamientos y sentimientos diferentes en las personas. 
En fin, quien es necio, habla con mucha necedad, es legalista, soberbio, y muy poco humilde.   Habla, muchas veces solo por hablar, y aunque sabe la verdad, aunque sabe lo que es correcto, y aunque está seguro que todo está bien, él insiste en llevar la contraria.  
Todos los que hemos creído en Cristo tenemos la sabiduría de DIOS, y es de esperar que siempre que hablamos, lo hacemos para agradar a DIOS, edificar a los demás, y contribuir para que el evangelio sea predicado hasta lo último de la tierra. 
El principio es este, antes de hablar reflexionemos en lo que vamos a decir, en el momento de decirlo hagámoslo con sabiduría y amor, y después de decirlo, si consideramos que dijimos algo que no ayudó porque lo dijimos en la carne, seamos humilde, y pidamos disculpas. Eso dice la Biblia que solo hablemos para edificar, que agrade a DIOS, y con mucha sabiduría.


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