viernes, 27 de abril de 2018

Un momento... LA DISCIPLINA A TIEMPO




LA DISCIPLINA A TIEMPO

En cuanto a la disciplina hay dos posiciones opuestas, más cuando se refiere a la disciplina física o verbal. Están quienes apoyan la posición que a los hijos se los debe disciplinar en todo y por todo con la intención de que estos aprendan. Por el otro lado están los que se oponen a toda clase de castigo físico y verbal porque eso va contra los derechos del niño y esto puede traer consecuencias en su desarrollo normal y educacional.

Sin embargo, la Biblia propone claramente que la disciplina es necesaria, importante y beneficiosa. Solo que esta debe ser aplicada a tiempo, con propósitos correctivos, con una visión preventiva, y de una manera adecuada.
En la actualidad es conocido que muchos profesionales se oponen a toda clase de disciplina que pueda incomodar al hijo o violar los derechos del niño. Entre ellos están los psicólogos, los padres despreocupados e irresponsables y también están una gran cantidad de personas liberales que no les importa más que solo darles libertad a los hijos.
Por supuesto que es necesario señalar que hay padres que abusan de sus hijos al castigarlos de manera incorrecta, con objetos peligros, en los lugares más delicados, y con palabras ofensivas, dañinas, y con malos ejemplos. Esto es lo que promueve la violencia, la delincuencia, el libertinaje, la anarquía en la sociedad, el deterioro de los valores, la desintegración familiar, y la corrupción en la sociedad.
El punto clave es encontrar el equilibro entre los dos extremos. Y ese equilibro es lo que la Biblia enseña, una disciplina a tiempo, preventiva, correctiva, educacional, con propósito, y bien aplicada.
Estos son algunos de los proverbios que hablan sobre el tema, Proverbios (13.14, 19.18, 20.30, 22.15, 23.13-14, 29.15,17) que unido a Efesios 6.4 se concluye que la disciplina ha de ser aplicada con amor, serenidad, con propósitos educativos y correctivos.
Algunos principios importantes a tomar en cuenta en el momento de considerar la disciplina. Primero, la disciplina es preventiva, pero debe ser aplicada a tiempo. La palabra utilizada para castigo tiene que ver con corregir algo que esta incorrecto, y es el pago merecido por algo hecho, que en este caso es consecuencia de lo que se hizo.
Con todo, la frase “en tanto que hay esperanza” debería unirse con Proverbios 22:6: Instruye al niño en su camino: “Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Implica que hay un tiempo adecuado para disciplinar porque a los hijos les servirá, y ellos lo recibirán, cuando son pequeños. Segundo, la disciplina debe estar acompañada con la instrucción de valores que contribuyen a la formación integral de los hijos.
Un tercer principio es que quien disciplina debe recordar que no es para dejar caer en el hijo todo su enojo, rabia, furia, porque no lograra el propósito de corrección. No se debe disciplinar cuando se está enojado o furioso, y no hacer del hijo víctima de los problemas matrimoniales o laborales. La disciplina no es para destruir sino para dar vida, prevenir, advertir, formar, corregir, y ayudar. Cuando la disciplina es apropiada, justa, amorosa, paciente, y correctiva, el hijo la recibe y de esa manera se está ayudando a los hijos “para que seas sabio en tu vejez” (19.20).
Es probable que muchos psicólogos, y aun la filosofía educativa de muchos países no estarán de acuerdo que a los hijos se les debe disciplinar aun físicamente cuando esto es necesario porque la Biblia lo dice, porque DIOS lo ordenó, DIOS es perfecto sabe lo que dice. Solo que nosotros los humanos no debemos abusar al disciplinar a los hijos incorrectamente, eso debe ser castigado, porque hay padres que maltratan en vez de educar.
El consejo es disciplinar a los hijos en la manera como la Biblia enseña, con propósitos correctivos, preventivos y visionarios.
Si queremos ser padres responsables debemos obedecer lo que dice la Palabra de DIOS sobre cómo educar a nuestros hijos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario