sábado, 21 de abril de 2018

Leyendo... Isaías capítulo 7





LECTURA DIARIA:
Isaías capítulo 7

Acaz era el impío e idólatra nieto de Uzías. Rezín y Peka formaron una coalición para hacerle la guerra a Judá en el 734 a.C. Querían que Judá se sumara a su coalición frente a Asiria.
Una alianza del reino del norte de Israel y Siria estaba a punto de atacar a Acaz, rey de Judá en Jerusalén. Sin embargo, como predijo Isaías, el reino de Judá no vio su fin en ese momento.

Por culpa de Acaz, quien ocupaba el trono de David y no tenía fe en Jehová, los corazones de toda la corte temieron y se extremecieron. Cuando habla de la «La casa de David» se refiere a Judá, el reino del sur. «Efraín», la tribu dominante en el norte, es una referencia a Israel, el reino del norte.
Sear-jasub significa «un remanente volverá». Dios le dijo a Isaías que le diera este nombre a su hijo como recordatorio de su plan de misericordia. Desde el principio de su juicio, Dios planeó restaurar un remanente de su pueblo. Sear-jasub le recordaba al pueblo la fidelidad de Dios para con ellos.
A pesar del juicio que cayó sobre la mayoría incrédula de Judá, siempre habría un remanente fiel que preservaría las promesas mesiánicas hechas por Dios a Abraham.
Acaz, uno de los peores reyes de Judá, se negó a aceptar la ayuda de Dios y en su lugar trató de comprarla de los asirios, pagándola con el oro y la plata del templo.
A pesar de su incredulidad y maldad fue dada una señal profética a Acaz como una confirmación de la esperanza de Judá en medio de la adversidad. Su uso en el NT demuestra que también tuvo un significado mesiánico. La palabra hebrea para virgen (almah ) significa lo mismo una «virgen» en sentido estricto que una «mujer joven», o doncella en edad de contraer matrimonio. Los lectores de Isaías podían haberlo comprendido en cualquiera de ambas maneras. Desde el punto de vista mesiánico, se refiere sin duda alguna a la virgen María, donde el término griego parthenos (virgen) no deja lugar a dudas. En sentido mesiánico, la profecía se cumplió en Jesucristo.
El Señor le estaba avisando al rey Acaz de la concepción y el nacimiento de una criatura, como se registra en el cap. 8. Pero el Espíritu Santo también se refería al Mesías que vendría, y ese niño nacería de una virgen.
Isaías predijo la disolución de la alianza de Israel con Siria. Debido a esta alianza, destruirían a Israel. Asiria sería el instrumento que Dios utilizaría para hacerlo y para castigar a Judá. Pero Dios no permitiría que Asiria destruyera a Judá. Los perdonaría debido a que la misericordia del plan de Dios no puede frustrarse.
Aunque Dios prometía a Judá que Asiria la ayudaría en su lucha contra la coalición, ésta también actuaría como un instrumento del juicio divino contra el reino del sur.
Israel cayó porque contrató a Asiria para que los salvara.

Acaz esperaba recibir una ayuda total; en lugar de ello, Judá no sería ya una próspera «tierra que fluye leche y miel»


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