miércoles, 25 de abril de 2018

Leyendo... Isaías capítulo 11




LECTURA DIARIA:
Isaías capítulo 11

Isaías pronuncia otra vez un mensaje de esperanza que se centra en el reinado del heredero de David ordenado por Dios.  Otra vez, es mejor ver la consumación de la profecía como un acontecimiento de los últimos tiempos y su cumplimiento inicial en tiempos de Ezequías.

Presupone las dificultades por las que ha atravesado el trono de David desde la división del reino. De esta corrompida raíz resurgirá una nueva vida en la persona de un nuevo rey, simbólicamente llamado vara y vástago. Apocalipsis 5.5 llama a Cristo «raíz de David».
Asiria sería como un árbol cortado a la altura de su poder, para no levantarse jamás. Judá (del linaje real de David) la cortarían como un árbol reducido al tronco. Sin embargo, a partir de ese tronco surgiría un vástago: el Mesías. Sería más grande que el árbol original y llevaría mucho más fruto. El Mesías es el cumplimiento de la promesa de Dios, de que un descendiente de David gobernaría para siempre.
El Espíritu de Jehová da al rey su capacidad de gobernar, una verdad que se manifiesta plenamente en el ministerio de Cristo. Isaías menciona al Espíritu Santo más que ningún otro profeta.
Dios juzgará con justicia y con equidad.
La nación necesitaba con desesperación un avivamiento de justicia, equidad y fidelidad. Necesitaban volverse del egoísmo y mostrar justicia al pobre y al oprimido. La justicia que Dios valora, es más que refrenarse de pecar, es darse activamente a otros y ofrecerles la ayuda que necesitan.
“Morará el lobo con el cordero y el leopardo con el cabrito se acostará…y un niño los pastoreará”. Este cuadro del versículo 6 de perfecta y bucólica paz simboliza a una tierra . . . llena del conocimiento de Jehová . Tales condiciones implican un mundo redimido y recreado por Dios, y comenzarán a manifestarse durante el interludio del milenio
Aún no había venido una época de oro, un tiempo de paz donde los niños podrían jugar con animales que antes eran peligrosos. Todo esto no se cumplió con la primera venida de Cristo. Por ejemplo, la naturaleza no ha vuelto a su balance y armonía originales. Esta paz perfecta solo será posible cuando Cristo reine sobre la tierra
El reino del Mesías incluirá a los redimidos de todas las naciones que se reunirán bajo su pendón.
Dios volverá a facilitar el camino de regreso para su pueblo.
El contenido de esta sección eleva a la altura más sublime el concepto de un rey ideal que encarnaría la justicia absoluta y la paz victoriosa para felicidad de todo el género humano. Todo esto aparece en marcado contraste con el rey de Asiria, cuya gloria fue tirada por los suelos en la profecía anterior.
Este rey mesiánico brotaría del tronco de Isaí, que es otra manera de aludir al rey David. Las expresiones como “tronco” y “retoño” dan a entender que por causas políticas internas o externas la dinastía de David sería interrumpida, pero restaurada antes de que se desvanecieran sus raíces históricas: Y un vástago de sus raíces dará fruto.


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