martes, 24 de abril de 2018

Un momento... ACEPTA TU RESPONSABILIDAD




ACEPTA TU RESPONSABILIDAD

Es muy interesante reconocer que desde el principio, la primera pareja de seres humanos, Adán y Eva, ya tenían esta costumbre, la de no reconocer su culpabilidad. Bueno, esta mala práctica recién había comenzado en ellos, en el momento de desobedecer, la naturaleza pecaminosa inicio en ellos, la cual nos ha sido imputada.

DIOS dijo a Adán, quien te dio de comer del fruto del árbol del bien y del mal que Dios les había prohibido comer. Adán respondió, “La mujer que me distes por compañera medio del árbol, y yo comí”. Culpa a Eva quien le dio del árbol, y culpa a DIOS por haberle dado esta compañera por mujer. Luego DIOS pregunta a Eva, ¿Qué es lo que has hecho? Ella responsabilizó del pecado a la serpiente, ella me engaño.
Con seguridad podemos encontrar otros ejemplos a lo largo de la literatura bíblica. Es más, en algún momento de nuestra vida hemos escuchado esto en otros, o en nosotros mismos, de no aceptar responsabilidad cuando algo sale mal. En los niños es algo común, y sin darse cuanta se justifican.
Esta costumbre es parte de la naturaleza pecaminosa imputada por Adán y Eva.
Sin embargo, la responsabilidad de nuestras acciones, no es culpa de ellos, sino de quien las hace. Es verdad que Adán y Eva nos trasmitieron esa naturaleza pecaminosa, sin embargo, cada cosa que hacemos que va en contra del carácter santo de DIOS, es responsabilidad nuestra y no de Adán y Eva. No podemos culpar o responsabilizarlos por nuestros errores, pues cada persona es responsable de sus hechos. De igual manera, cuando hacemos algo que no agrada a DIOS, que va en contra de la moral, no podemos culpar a nuestros padres biológicos, ni mucho menos a otra persona, ni a satanás, sino que debemos tener el carácter y la decencia de aceptar nuestra responsabilidad y por ende las consecuencias que esto trae.
DIOS hizo al hombre perfecto, Adán y Eva fueron creados perfectos, sin pecado, pero ellos de su propia voluntad decidieron desobedecer a DIOS comenzando allí la naturaleza pecaminosa. Desde entonces, todos nacemos con esa naturaleza, es el hombre quien la trasmite, todas las mujeres la tienen, pero es el hombre al engendrar transmite esa tendencia a hacer el mal. Es por ello que Jesús al nacer nace sin esa naturaleza, porque el Espíritu lo engendró.
La razón por la que todos debemos tener el carácter de hacernos responsables de nuestros hechos, y no culpar a nuestros padres Adán y Eva o a otra persona, es porque D nos creó con personalidad que incluye la capacidad para pensar, sentir y decidir. Nosotros tenemos la inteligencia para analizar cada acción a tomar, nos da los sentimientos para percibir que cosas nos son agradables a DIOS, y la capacidad de tomar las mejores decisiones. Es por eso, que cada vez que hacemos algo en contra de DIOS, somos responsables porque nosotros decidimos hacerlo, y por consiguientes somos responsables del hecho y de las consecuencias.
Dice Eclesiastés 7.27 – 29: “pesando las cosas una por una para hallar la razón; lo que aun busca mi alma y no la encuentra. He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones”. Y en el 7:20 “Ciertamente no hay un hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”. Esto va de la mano con Romanos 3.9 - 10. En Ezequiel 18.20 confirma que cada uno es responsable por su pecado, ni el padre ni la madre podrá hacerse responsable del pecado de sus hijos, ni los hijos por los de sus padres, cada uno dará cuente por sus pecados.
Así que, nunca es tarde para reconocer nuestros errores, y aceptar con carácter nuestra responsabilidad. La misericordia y la gracia de DIOS es mayor que nuestra desobediencia, pecado. Solo que después del perdón, debemos apartarnos del pecado.
Si algo está pasando en nuestra vida, reconozcámoslo delante de DIOS, y disfrutaremos la paz del perdón, y podremos levantar la frente con libertad, y por las noches dormiremos tranquilo.

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