lunes, 30 de abril de 2018

Un momento... LA ALABANZA A DIOS ES UNA OBLIGACIÓN




LA ALABANZA A DIOS ES UNA OBLIGACIÓN

Alguien ha dicho que a la fuerza ni comer es bueno.
¿Qué dirá DIOS al ver que muchos cristianos a pesar de que ha sido bueno con ellos, cuando se trata de alabarlo, lo hacen a la fuerza?
Jesús dijo que el Padre busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. (Juan 4.23)

Y al leer el salmo 150 dice, “todo lo que respire alabe a Jehová”. En ambos casos, no se dice que la alabanza o adoración es opcional, ni que ha de ser emocional.
Entonces, es necesario enfatizar dos cosas sobre la alabanza. Una, que esta debe estar acompañada de autenticidad e integridad, porque esta ha de apegarse a la Palabra de DIOS y ha de estar guiada por el Espíritu Santo.
Esto nos lleva a la segunda verdad, que la alabanza no necesariamente ha de ser emotiva sino obediente.
A DIOS debemos alabarlo por lo que Él es y no por lo que Él hace, y ha de ser alabado sea que lo deseemos o no. En fin la alabanza para un hijo de DIOS es una obligación y no una opción.
Todo lo que respire, alaba a Jehová, aunque no sienta deseos de alabarlo. Filipenses dice que al fin de los tiempos, todo mundo, quieran o no quieran tendrán que reconocer que Jesús es el Señor, y tendrán que adorarlo con voluntad o a la fuerza.
“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.  (Filipenses 2. 10 y 11)
Es por ello que debemos corregir el mal concepto que mucho se repite, que el tiempo de la alabanza estuvo lindo porque me sentí muy bien. La alabanza y la adoración que se da a DIOS en la iglesia, no es para que la congregación se sienta bien, sino que esta es para que DIOS se sienta elogiado.
Todo lo que respire, alabe a Jehová, es una orden inclusiva, pues significa que todos los seres humanos deben alabar a DIOS, sean estos cristianos o no, está contemplado acá también todo el reino animal, una vez respiren o tengan vida, en su forma y estilo, deben alabar a DIOS, quieran o no.
Niños, pre jóvenes, jóvenes, adultos y ancianos, todos están obligados a rendir alabanza a DIOS. La alabanza no es solo cantada, es con la actitud, tiene que ver con el respeto, la obediencia, el amor y con las palabras y gestos.
El salmista David lo sabía muy bien, y en la mayoría de los salmos, David manifiesta su alto anhelo de alabar a DIOS con su vida. Otra buena cantidad de salmos son de agradecimiento, otros de oración, petición, y algunos de mucho dolor o confesión. Sin embargo, aun en medio de circunstancias adversas, él siempre tiene un espíritu positivo de adoración y alabanza.
Es por ello que hoy, sintamos o no deseo de cantar, orar, ofrendar, hablar del evangelio, servirle a él, debes hacerlo, porque DIOS así lo ordena.
Hay una infinidad de maneras de alabar a DIOS, no solo por el canto, y todas estas formas, siempre han de tener el mismo objetivo, dar gloria a DIOS.
Es más, el hecho de existir es la más grande razón para alabar a DIOS, sintamos deseos o no. Alabar a DIOS es nuestra obligación, aunque sea a la fuerza. Claro está, que si lo hacemos con integridad, amor, entrega, y autenticidad, los resultados serán maravillosos y efectivos.
Aceptemos el reto hoy, que cada vez que adoremos a DIOS en el templo por medio de los cantos, lo hagamos con sinceridad, entrega, alegría y seguridad. Hagámoslo así independientemente de las circunstancia en que estemos.


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