viernes, 16 de septiembre de 2016

Leyendo... Números capítulo 9

La imagen puede contener: una o varias personas, comida y texto
LECTURA DIARIA:
Números capítulo 9

Esta es la segunda celebración de la Pascua. La primera fue instituida en Egipto y registrada en Éxodo 12. La Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura eran una ceremonia religiosa de ocho días de duración que conmemoraban la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto por medio del poder de Dios.
Este pasaje amplía las instrucciones sobre la Pascua, en vísperas de su primera conmemoración y como un anticipo del asentamiento de los israelitas en la tierra prometida; así que Números no es un libro que sólo se ocupa del pasado. Las instrucciones procuran hacer factible la participación del mayor número posible de personas en la Pascua, teniendo en cuenta que ella conmemoraba la liberación del pueblo de Israel de su servidumbre en Egipto, el acontecimiento que sirvió de punto de partida para crear el vínculo del pueblo con Dios
Algunos hombres vinieron a Moisés debido al apuro que enfrentaban, ellos estaban "inmundos" por haber tenido contacto con un muerto (o entrar a la casa de una persona que había muerto) y no podrían participar en la cena de la Pascua. 
Dios no ajustó los requerimientos de la Pascua. Las normas de santidad se mantuvieron, y no se les permitió participar. Pero Dios hizo una excepción y permitió que los hombres celebraran la Pascua en una fecha posterior. Esto mantuvo los requerimientos sagrados de la Pascua mientras que permitió que los hombres participaran en la fiesta, un deber para todos los hombres israelitas. 
El permiso para celebrar la Pascua un mes después, subraya la obligación de mantener esta tradición aun en las más difíciles circunstancias.
La nube tenía el propósito de servir de señal y símbolo visible de la presencia de Dios en medio de Israel. Mientras la nube permanecía sobre el tabernáculo, ellos permanecían en el mismo lugar. 
Cuando la nube se levantaba, ellos partían, por cómodos que estuvieran en su campamento. 
La nube y el fuego no eran meramente fenómenos naturales; eran vehículos de la presencia de Dios y evidencia visible del movimiento y dirección de su pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario