jueves, 22 de septiembre de 2016

Leyendo... Números capítulo 15


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LECTURA DIARIA:
Números capítulo 15

Se dan instrucciones completas sobre las ofrendas de harina y de la libación. El comienzo de esta enseñanza es muy alentador. “Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación que yo os doy”.

Esta era una sencilla indicación de que Dios garantizaba la tierra prometida a su simiente.
Dado que los sacrificios de reconocimiento eran concebidos como el alimento de la mesa de Dios, era requisito que hubiera una provisión constante de pan, aceite y vino, cualquiera fuera la carne. Y la intención de esta ley era enseñar las proporciones de la ofrenda de harina y la libación.
Los nativos y los extranjeros son puestos en un mismo nivel en esta materia como en otras afines. Esto era un feliz anuncio del llamado de los gentiles y de su admisión en la iglesia. Si la ley hacía tan poca diferencia entre judío y gentil, mucho menos diferencia haría el evangelio que derribó el muro de separación y reconcilió a ambos con Dios.
Una ofrenda encendida incluía el holocausto, en la que todo el animal era consumido por el fuego, y el sacrificio, en el que solamente se quemaba parte del animal. Este tipo de ofrenda a Dios debía hacerse en ocasión del cumplimiento de un voto, como una ofrenda voluntaria, o para celebrar una festividad. Estas debían estar acompañadas por una ofrenda de flor de harina y una libación.
La ofrenda de paz exigía la presentación del primer pan hecho con el grano cosechado para el Señor.
También se enumeran las regulaciones sobre la ofrenda por el pecado. Dos instrucciones se ofrecen sobre el pecado no intencional, una para toda la congregación y una para el individuo. Indicaban las consecuencias del pecado intencional. Se compara al que peca con soberbia (que viola la Ley conscientemente) con aquel que lo hacía por yerro, o sea, sin intención.
Dios estaba dispuesto a perdonar a aquellos que hubieran cometido errores no intencionales si se daban cuenta de sus errores rápidamente y los corregían. Sin embargo, los que pecaban deliberadamente recibían un juicio más severo. El pecado intencional surge de una actitud impropia hacia Dios.
La severidad de la Ley se pone de manifiesto cuando se ejecuta al violador del día de reposo. El pecado no sólo era una cuestión individual, sino que en principio amenazaba a toda la comunidad, por lo que debía ser arrancado de raíz.
El apedreamiento de un hombre por recoger leña en el día de reposo parece un castigo severo, y lo fue. Este acto fue un pecado deliberado, desafiando la ley de Dios que prohibía trabajar en el día de reposo. Quizás el hombre intentaba adelantarse a todos los demás, además de quebrantar el día de reposo.
Las franjas en las vestimentas se usaban para adornar los bordes de las vestimentas a fin de tener presente la voluntad de Dios. Los israelitas aparentemente usaban una prenda de vestir en la parte superior del cuerpo de forma cuadrangular y adornada con franjas. Las franjas debían ser usadas en los bordes de estas prendas.
Las franjas no fueron ordenadas como terminación y adorno de su ropa sino a modo de recordatorio para despertar su mente. Si eran tentados a pecar, la franja les advertiría que no debían quebrantar los mandamientos de Dios.
Sed santos para vuestro Dios; limpios de pecado y sinceramente dedicados a su servicio; y aquella gran razón de todos los mandamientos se repite una y otra vez: “Yo Jehová vuestro Dios”.

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