domingo, 21 de mayo de 2017

LEYENDO... 1 de Crónicas capítulo 23

La imagen puede contener: una o varias personas y texto
LECTURA DIARIA:
1 de Crónicas capítulo 23

El versículo 1 debería considerarse un encabezamiento general del resto de 1 de Crónicas. Los siete capítulos que quedan, como si fueran puestos entre paréntesis entre este versículo y 29:28, hacen llegar el reinado de David a un clímax espléndido.

El Antiguo Testamento reserva la frase anciano y lleno de años para grandes personas que merecen gran honor, como Abraham o Job. El cronista omite los pecados y problemas del hombre David porque desfigurarían el retrato oficial del rey David.
A pesar de que David no pudo construir el templo, pudo hacer los preparativos y tomó el trabajo con seriedad. No sólo reunió los fondos y los materiales para la casa de Dios, también planeó mucho de la administración y arregló los servicios de adoración.
Los sacerdotes y levitas tenían diferentes trabajos dentro y alrededor del templo. Los sacerdotes estaban autorizados para llevar a cabo lo sacrificios. Los levitas estaban apartados para ayudar a los sacerdotes. Hacían el trabajo de los ancianos, diáconos, guardias, asistentes, músicos, cargadores y reparadores. Tanto los sacerdotes como los levitas provenían de la tribu de Leví, pero los sacerdotes además tenían que ser descendientes de Aarón, primer sumo sacerdote de Israel (Éxodo 28.1-3). A los sacerdotes y levitas los mantenían los diezmos y los ingresos de ciertas ciudades que habían estado ofrendando para ellos. La adoración en el templo no pudo haberse llevado a cabo sin los esfuerzos combinados de los sacerdotes y de los levitas. Sus responsabilidades eran diferentes, pero eran igualmente importantes para el plan de Dios.
El rey David encargó a toda esta gente que hiciera su trabajo "al nombre de Jehová".

No hay comentarios:

Publicar un comentario