sábado, 1 de julio de 2023

Un momento... Vivamos un día a la vez

 


UN MOMENTO CON DIOS

Viviendo un día a la vez.

 

"Y el Señor dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no."  (Éxodo 16. 4)

 

A través de toda la Biblia, Dios nos exhorta a vivir un día a la vez y a disfrutar plenamente de las bendiciones que ÉL tiene para nosotros ese día, sin que la preocupación por el próximo día afecte nuestra paz y nuestro gozo.

En este pasaje, Dios le promete a Moisés que alimentará al pueblo de Israel que se encontraba cruzando el desierto hacia la tierra prometida, enviándole pan del cielo. Pero le advierte que cada día deben recoger la porción correspondiente a ese día y nada más.

Más adelante, Moisés les advirtió a los israelitas que no dejaran nada para el próximo día (Éxodo 16.19). "Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó contra ellos Moisés." (Éxodo 16.20)

Hay una tendencia en el ser humano a actuar en contra de este concepto divino, quizás porque sentimos inseguridad por el mañana. Y entonces nos preocupamos excesivamente por el futuro en lugar de vivir tranquilamente el presente.

Por eso Jesús, en el Sermón del Monte, les dijo a todos: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal." (Mateo 6.34). No habla Jesús en contra de que seamos prudentes y tomemos las medidas necesarias para estar preparados con el fin de responder a distintas situaciones del futuro, sino que nos exhorta a no afanarnos, es decir a no angustiarnos por el mañana antes de saber qué nos traerá el mañana.

Si Dios les dijo a los israelitas que recogieran solamente la porción de pan de ese día, fue porque ÉL estaba seguro de que la porción del día siguiente no les faltaría. Desobedecer esta orden significaba falta de fe en el Señor, y por lo tanto traería malas consecuencias. Si Dios nos dice que no nos preocupemos por el mañana es porque ÉL suplirá todas nuestras necesidades cuando llegue el momento.

Cuando Jesús enseñó a sus discípulos la oración modelo, les dijo que pidieran de la siguiente manera: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy."  En realidad, no se refiere simplemente al pan que se hace con harina. Esta petición incluye todas las cosas relacionadas con nuestras necesidades materiales y físicas. Al dirigimos a nuestro Padre Celestial de esta manera estamos reconociendo que ÉL es el suplidor de todas nuestras necesidades (Filipenses 4.19), y al decirle "dánoslo hoy" estamos manifestando nuestra fe en ÉL al no preocuparnos por el día de mañana.

Al levantarnos en la mañana debemos dar gracias a Dios por el nuevo día. Dice Lamentaciones 3.23 que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana.

Cuando creamos el hábito de tener un tiempo de oración temprano en la mañana, y allí encomendamos al Señor el nuevo día, y nos ponemos bajo Su dirección y Su cuidado encontraremos que todo marchará bien para nosotros, y aun cuando enfrentemos dificultades sentiremos la mano de Dios ayudándonos.

Levantémonos temprano y pasemos un tiempo de oración y lectura de la Biblia. Encomienda a Dios ese día antes de comenzar nuestras actividades diarias.

Durante el día alabemos al Señor, démosle gracias por Sus bendiciones y actuemos tratando de agradarlo en todo.

Al acostarnos, oremos dando gracias por el día que hemos pasado y pidamos al Señor que Su paz nos envuelva mientras dormimos.

Mientras tanto ÉL estará preparando el día de mañana para nosotros.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

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