domingo, 30 de julio de 2023

Un momento... La luz de Dios

 


UN MOMENTO CON DIOS

La luz de Dios

 

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. (Isaías 60. 1 - 2)

 

La palabra de Dios nos da promesas maravillosas en los momentos más propicios para ir a un nivel mayor de entendimiento en el propósito de DIOS para nuestras vidas. Por esta razón toda promesa se cumple en el tiempo perfecto de Dios cuando Él sabe que estamos preparados para su cumplimiento.

El libro de Isaías en el capítulo 60 nos habla de una promesa de redención, el pueblo de Jerusalén venía de un estado de ruinas de un largo exilio, sus circunstancias causadas por sus errores y pecados han sido ahora tocadas por la misericordia de Dios. Venían de una oscuridad, tiempos de desesperación y de luto. Pero aparece una luz en medio de la oscuridad "La gloria de Dios". Una luz que por tanto tiempo no veían.

Y para recibir esta promesa de redención, Dios se las da antecedida por dos condicionantes imperativos necesarios, que deberían obedecer:

En el versículo 1 dice: "¡Levántate y Resplandece!”

Sobre ellos vendría una luz que cambiaría sus circunstancias, y requería de una conciencia de lo que vendría, "porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti".

Para ver la gloria de Dios es necesario 2 actos de nuestra voluntad.

1. Levantarse. No quedarse en una misma condición, levantarse requiere de cambios. Levantarse tiene muchos significados, subir, animar, construir, elevarse, cambiar de posición, levantarse es un acto de dar pasos de fe poniendo en función nuestra voluntad, es levantarse del estado en el que el enemigo desea que estemos. Levantarse es un acto voluntario, nadie puede hacerlo por nosotros, ni las oraciones de otros, ni los consejos de otros, ni el buen deseo de otros, solo nosotros mismos pidiendo la guía del Espíritu Santo, entonces nuestra voluntad caminará en fe.

2. Resplandecer. Es reflejar, es mostrar, es brillar, si no nos levantamos de una condición de derrota no podremos mostrar una condición de victoria, o una nueva condición donde dejemos actuar la gloria de Dios. Más aun cuando hemos conocido a Dios, nuestra vida debe reflejar a Cristo, somos ese instrumento en sus manos para que su luz sea colocada en nuestras vidas y podamos testificar de su Gloria. Jesús también nos demanda esta condición en Mateo 5.14 "Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse".

Cuando nos levantamos y resplandecemos por la gloria de Dios entonces podemos experimentar el vivir en sus promesas, ser restituidos, y restaurados, no depender de una condición o de una circunstancia, sino de la gloria de Dios.

Esto es lo que nos quiere decir esta promesa de Isaías cuando menciona: "El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria." (Isaías 60. 19)

Cuando tenemos claro cuál es la luz que guía nuestro destino entonces nuestra condición de muerte espiritual termina, y pasamos a una vida abundante, nuestras tristezas se convierten en gozo, las bendiciones nos seguirán. "No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. (Isaías 60. 20)."

Dios desea siempre lo mejor para nuestras vidas, y habrán tiempos de oscuridad cuando caminamos sin su dirección, sin su luz, pero es tiempo de levantarse y resplandecer porque su luz esta sobre cada uno de nosotros y sus promesas dispuestas por El para cumplirlas cuando decidimos creerle.

Dios les bendiga abundantemente.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario