UN
MOMENTO CON DIOS
Hacedores
de la Palabra
“Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismo.” (Santiago 1. 19 – 25)
Dice un
refrán muy sabiamente, no hay mayor ciego que el que no quiere ver y cuanta
realidad hay en esa frase. En realidad, todos hemos vivido esta situación, en
algún momento alguien nos ha dicho, cuidado con tal persona, esta persona no te
conviene aléjate de él, estas amistades te llevarán por mal camino y nosotros
también lo sabemos, pero simplemente nos hacemos los distraídos y seguimos
hasta que fracasamos y después lloramos. ¡Que peligroso es el autoengaño! Y
cuantas veces caemos en él.
Pero si
nos auto engañamos en nuestra vida cuanto más nos puede llegar a ocurrirnos
esto en el ambiente espiritual.
¡Qué
fácil es que pensemos que la cosa va bien cuando no es así! “Sed hacedores
de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismo.” El
autoengaño de oír y creer que esto es suficiente. Hay predicadores que hablan y
ofrecen tranquilidad, que nos llegan a hacernos sentir bien, pero cuidado con
esto, solamente oír no salva.
Algunos
autoengaños los cuales pueden hacernos creer que todo está bien puede ser:
Una
buena doctrina. La doctrina es básica, esencial, pero el hecho de conocer
todos los misterios de Dios, de ser capaz de explicar toda doctrina no es
suficiente para ser salvo. “los demonios creen y tiemblan”, este
versículo debiera llevarnos a la reflexión, el hecho de tener conocimiento no
ofrece salvación, debe ir acompañado de pruebas que apoyen esta creencia.
El
servicio. Podemos pasar una vida entera sirviendo a Dios y que no nuestra
alma sea salva. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la
iniquidad.” Muchos activistas creerán que su vida es salva por todo lo que
hacen, pero no siguiendo la voluntad divina, sino la voluntad propia y esto los
llevará al infierno.
Ser una
buena persona. Si tener una buena doctrina no trae la salvación, hacer
buenas obras tampoco lo hace. Por supuesto que hacer buenas obras es un síntoma
de que somos cristianos, pero no es la verdadera evidencia.
Es muy
importante saber lo que
Los
cristianos somos salvos por la gracia de Dios. La salvación incluye libertad del
dominio del pecado. Los creyentes somos libres para vivir como Dios se propuso
al crearnos. Desde luego, eso no significa que seamos libres para hacer lo que
nos guste. Ahora somos libres para obedecer a Dios.
La
regeneración es la evidencia, el nuevo nacimiento el hecho que nos da
salvación, la gracia la que nos escogió, y nuestra misión, escuchar la palabra
y hacerla, no según nuestra voluntad sino según la voluntad de Dios.
Dios
les bendiga abundantemente.
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