UN MOMENTO CON
DIOS
No mentirás
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3. 9)
La mentira es
como un bumerang, siempre halla la forma de regresar para golpear al mentiroso.
La mentira es
la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe o se cree, o se piensa.
Proverbios
12.22 dice: “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen
verdad son su contentamiento.”
Estos son sólo
unos pocos ejemplos de lo que
Salmo 119.163
dice: “La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo”.
Además de
aborrecerla, los creyentes debemos evitarla.
Los creyentes
también debemos evitar el intimar con los mentirosos, no sólo para no ser
víctimas de alguna mentira, sino para no contagiarnos de ellos pensando que la
mentira es una buena manera de obtener las cosas que se desea. Salmo 40.4 dice:
“Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los
soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.”
La mentira es
en extremo peligrosa. Lleva a profunda aflicción a los que son víctimas.
Proverbios 26.28 dice: “La lengua falsa atormenta al que ha lastimado, y la
boca lisonjera hace resbalar”
La mentira
también conduce a una multiplicación de mentira. El que miente una vez debe
necesariamente mentir otra vez para cubrir la primera mentira.
La mentira
también conduce a ofensas mucho más graves. Oseas 4.2 dice: “Perjurar, mentir,
matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden”
La mentira es
solo un comienzo de una larga cadena de males que pueden llegar inclusive al
asesinato.
Si deseamos
librarnos de la mentira, mirémosla como Dios la ve, como un pecado, y no como
una debilidad o una mala costumbre, o como una exageración, o algo parecido.
Debemos
comprometernos delante de Dios a no mentir. Si a pesar de todo, caemos en la
mentira, no pensemos que todo ha terminado o que no podemos luchar contra la
mentira. Confesemos nuestro pecado y dejemos que Dios nos levante para volver a
caminar en la verdad.
Dios les bendiga
abundantemente.
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