jueves, 27 de julio de 2023

Un momento... Cuando somos probados

 


UN MOMENTO CON DIOS

Cuando somos probados

 

 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”.  (Santiago 1. 2 – 4)

 

Las pruebas son parte de la vida cristiana. Son circunstancias aparentemente adversas que sobrevienen a nuestras vidas sin que las hayamos buscado. Las pruebas siempre provienen de Dios y son enviadas con un propósito muy especial.

Si no logramos ver las pruebas como Dios las ve, jamás podremos ver las pruebas como algo para nuestro bien. Las pruebas son nuestros aliados, no nuestros enemigos.

Las pruebas son los peldaños que nos permiten ascender a la excelencia del propósito de Dios para nuestras vidas. Dios tiene un propósito para cada uno de los que somos de Él. Dios anhela que cumplamos con ese propósito.

El mejor ejemplo de este propósito de las pruebas es el caso de José. Vemos en su historia en el libro de Génesis que José fue odiado por el resto de sus hermanos, eso fue una prueba para él. Más tarde fue vendido por sus hermanos en calidad de esclavo, y después fue encarcelado injustamente. También fue una prueba muy difícil para él.

Pero eventualmente, luego de una serie de interesantes eventos, José llegó a ser nada más y nada menos que el hombre de confianza del rey del imperio más poderoso del mundo de su época. Estando en esta posición, José fue utilizado por Dios para preservar la descendencia de Jacob.

Todo lo que le sucedió de joven, aunque fueron cosas dolorosas, fueron los peldaños que le condujeron al gran propósito que Dios tenía para él.

En segundo lugar, las pruebas son la manera para tener un conocimiento más profundo de Dios. Eso fue lo que experimentó Job. Este personaje no era una mala persona, todo lo contrario, Job 1.1 dice: “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”

Pero un día, fue probado como ninguno. El libro de Job registra que en un solo día perdió todos sus bueyes, todas sus asnas, todos sus criados, todas sus ovejas, todos sus pastores, todos sus camellos y lo que es peor, murieron todos sus hijos, siete varones y tres mujeres, perdió hasta la salud. Luchó consigo mismo tratando de entender lo que estaba pasando. Luchó también con Dios, pero finalmente entendió lo que Dios estaba tratando de hacer. Su testimonio aparece en Job 42.5 donde dice: “De oídas te había oído; más ahora mis ojos te ven.” Cuando Job llegó a este punto, Dios restituyó el doble de todo lo que Job tenía.  Job 42:10 “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.”

Las pruebas son las herramientas que utiliza Dios para perfeccionar nuestro carácter. La paciencia, o la capacidad de soportar adversidad sin desmoronarse, es una cualidad de carácter. Esta virtud se aprende por medio de las pruebas.

La paciencia se alimenta de las pruebas. Dios nos prueba para aprender paciencia.

Las pruebas nos hacen que manifestemos nuestro verdadero carácter. La mejor ocasión para saber cuán lejos estoy de lo que Dios quiere de mí es cuando soy probado. Allí puedo ver si en mi corazón hay rebeldía o ira, o celos o arrogancia. Las pruebas nos ayudan a purificar nuestro carácter.

También, las pruebas son la forma de Dios para mantenernos humildes. Nuestra naturaleza pecaminosa nos induce a pensar que somos los mejores, los más importantes. Dios utiliza las pruebas para bajarnos de esa nube rosada y ponernos en nuestro lugar.

Eso es lo que hizo con el apóstol Pablo, 2 de Corintios 12.7 dice: “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.”

Las pruebas nos mantienen humildes, las pruebas nos mantienen dependientes de Dios, las pruebas nos hacen caer de rodillas para buscar a DIOS.

Y, por último, las pruebas son oportunidades para mostrar el poder de Dios. Si no hubiera pruebas, no habría oportunidades para que Dios manifieste su poder soberano. Eso fue lo que experimentó el apóstol Pedro. (Hechos 12.6 -11)

Maravilloso. Dios mostró todo su poder para librar a Pedro de esta prueba. Las pruebas son oportunidades para que Dios muestre su poder.

Cuando estemos atravesando por alguna difícil prueba, no nos desanimemos. Confiemos en Dios y con paciencia esperemos la manifestación poderosa de Dios para librarnos de esa prueba. La vida cristiana no está libre de pruebas. La vida auténticamente cristiana está caracterizada por una buena actitud hacia las pruebas.

Dios les bendiga abundantemente.

 

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