UN MOMENTO CON DIOS
Un buen seguro
"Tendrás confianza, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro." (Job 11. 18)
Los tiempos en que
vivimos son tiempos de mucha inseguridad. Esta inseguridad se refleja no sólo
en los altos índices de violencia, robo y criminalidad que amenazan
constantemente la vida de las personas, sino también en la inestabilidad que
reina en todo el mundo.
Personas que pensaban
que tenían un hogar estable han tenido que pasar por el dolor de perderlo;
muchos que creían que tenían un empleo seguro han recibido la triste noticia de
que han sido despedidos; otros que gozaban de perfecta salud de momento han
recibido la mala noticia del resultado de los análisis.
Incluso la vida misma
puede perderse en un segundo de la manera más inesperada, a través de un
accidente automovilístico, o de un loco que entra a un lugar público disparando
un arma, o un fenómeno natural como un repentino tornado, o un rayo, un
terremoto o por cualquier otro medio.
Ciertamente, es
imposible garantizar la seguridad en ningún aspecto en este mundo en que
vivimos. Sabemos que hoy estamos aquí, ¿y mañana? ¡Sólo Dios lo sabe!
Hacemos todo tipo de
planes para "asegurar" que nada va a faltarnos en el futuro; sin
embargo, la seguridad absoluta no existe en este mundo, a menos que vivamos
bajo el amparo y protección de Dios.
La Biblia nos dice en
el Salmo 91. 1 que “el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la
sombra del Omnipotente.” Dios es el único que puede garantizarnos
seguridad en cualquier situación que se nos presente en la vida, porque ÉL es
omnisciente y es omnipotente. Todo lo sabe y todo lo puede. Y la seguridad que
ÉL nos ofrece nos cubre, no solamente en esta vida sino por toda la eternidad.
Si Cristo es el Señor
de nuestras vidas, podemos vivir tranquilos y confiados, pues aún en el caso de
que nuestra economía, nuestra salud, o cualquier otra área sea afectada
contamos con la seguridad de que ÉL es fiel para reponernos lo que se ha
perdido y aún más, como sucedió en el caso de Job, el cual lo perdió
absolutamente todo, posesiones, familia, su salud, pero al final, dice la
Biblia, Dios "aumentó al doble todas las cosas que habían sido de
Job." (Job 42. 10).
¡Que seguro tan
fantástico que nos devuelve más de lo que perdimos, conforme a la misericordia
de nuestro Padre celestial!
Únicamente Dios puede
darnos un seguro que cubre absolutamente todas las circunstancias imaginables
en la vida y cuyo reembolso excede todo entendimiento humano. Y lo mejor de
todo es que es absolutamente gratis, pues Jesucristo hizo el pago completo en
la cruz del Calvario hace más de 2.000 años. Sólo tenemos que reclamarlo
acercándonos a Él con un corazón humilde y arrepentido, e inmediatamente estaremos
cubiertos.
Cuando estamos
"bajo la sombra del Omnipotente" podemos vivir tranquilos, pues todo
lo que suceda en nuestra vida (bueno o malo) tiene un propósito y al final
recibiremos la recompensa de Dios, como nos asegura Romanos 8. 28: "Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien."
¡Esta es la verdadera
seguridad!
Dios les bendiga
abundantemente.
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