UN MOMENTO CON DIOS
La escuela de la
obediencia
"Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto" (Proverbios 3. 5 – 6)
La Escuela de la Obediencia
a Dios es el lugar donde aprendemos a vivir la verdadera vida cristiana en
victoria, porque ahí, aprendemos a depender solo de Dios y no de nuestros
pensamientos o sentimientos.
Trataremos de
profundizar en cuanto a los elementos fundamentales para tener una vida
obediente y que honre a Dios.
Confiar. Este es
un requisito fundamental que el Señor espera de nosotros (Proverbios 3.5). ÉL
sabe que la respuesta obediente es el resultado de la fe, mientras que la
mayoría de las rebeliones se derivan de la falta de ella. Por tanto, para tener
vidas obedientes debemos creer que Dios es quién ha dicho ser.
También debemos aceptar
Sus planes, métodos y tiempo. Podemos sentir más confianza obedeciendo y
estando atentos a la respuesta del Señor. Recordemos que Dios se goza en
bendecir a aquellos que hacen lo que ÉL dice.
Esperar. La
paciencia es la que parece desafiarnos más. Muchas veces, cuando no sabemos qué
hacer, actuamos confiando en nuestro juicio, esperando que Dios apruebe y
bendiga nuestras acciones, lo cual no es bíblico.
Dios está muy dispuesto
a mostrarnos la manera en que debemos actuar. Nos ha dado su Espíritu como
nuestro maestro, porque quiere que sepamos cómo proceder. Debemos esperar con
una actitud de confianza hasta que estemos seguros de su voluntad.
Dios se hace totalmente
responsable de dirigirnos. El Señor desea indicarnos el siguiente paso que
debemos dar, pero tenemos que venir a ÉL con un corazón confiado y con la
disposición de esperar antes de que nos indique lo que debemos hacer.
Meditar. Si
queremos saber qué piensa Dios, tenemos que meditar en Su Palabra. No tenemos
necesidad de buscar los versículos bíblicos “correctos” para poder conocer la
voluntad del Señor. ÉL tiene el poder para darnos dirección mediante cualquier
pasaje. A nosotros nos corresponde buscar conocimiento por medio de la Palabra,
durante un período de tiempo prolongado.
Escuchar. Aprenda
a escuchar el silencioso impulso del Espíritu Santo, quien es nuestro Ayudador.
La Palabra de Dios es el principal recurso que utiliza el Espíritu Santo. Si
estamos estudiando un pasaje de la Biblia, ÉL nos iluminará la mente para que
podamos comprender la manera en que Nos está dirigiendo. O traerá a nuestra
memoria un pasaje para ayudarnos a entender cómo se aplica a nuestra situación.
Ir. La lección
final que debemos aprender acerca de la obediencia es que a veces debemos ir,
aunque el camino no sea claro. Abraham es un buen ejemplo de esto. Dios le dijo
que se marchara de su tierra, pero no le especificó el destino. Abraham obedeció
por fe: "Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para
ir al lugar que él le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a
dónde iba," (Hebreos 11. 8).
Podemos obedecer sin
tener que saberlo todo, porque Dios se hace responsable de las consecuencias.
Nuestra única responsabilidad es obedecer. ¡Ésa es una muy buena noticia!
Dios les bendiga
abundantemente.
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