Leyendo... 2 de Samuel capítulo 19

LECTURA DIARIA:
2 de Samuel capítulo 19

David llora la muerte de Absalón. El que lloraba era David el padre, no el rey que ganó la batalla contra los rebeldes.
En las victorias los guerreros eran recibidos con cantos, baile, regocijo, pero ahora fue diferente entraron como si hubieran hecho algo malo, avergonzados.
El dolor de David por su hijo era muy profundo, su clamor es de desesperación.
Joab indica a David que su gente no se merecía esa entrada a la ciudad, que el rey en su dolor no valoraba lo que habían hecho por él. Joab le habla en un tono fuerte quizás necesario pero insolente.
David sin duda temió a Joab y obedeció su mandato, sin dudas era un David débil, sin autoridad, triste.
Se sentó en la puerta de la ciudad, que era el lugar donde se sentaba para oir los casos del pueblo. La gente entendía que David estaba listo para gobernarlos.
La rebelión había causado una gran división en el pueblo, David como rey debía ser inteligente para unificarlos.
Había una gran desorganización en la nación. Pero al fin once de las tribus, lograron estar de acuerdo para aceptar nuevamente a David como rey, todavía
era necesario convencer a Judá.
David les recuerda que el mismo era de la tribu de Judá, les estaba presentando las cosas que tenían en común, eran de la misma familia, no había por que estar divididos.
Amasa había sido puesto a cargo del ejercito por Absalón durante la rebelión y tenía un gran poder político, así que eran importante convencerlo de unirse a ellos. David le ofreció el puesto de Joab para convenceré.
El plan de David funcionó a la perfección. Había unidad entre ellos, no había ni uno que no estuviera de acuerdo, después de haber unificado a la nación, David decide regresar a Jerusalén como rey.
Semei que tiempo atrás había maldecido a David (16.7) ahora pedía perdón reconociendo su falta ante David.
David decide no guardar rencor, no vengarse y perdonarle.
También Mefiboset sale a recibir a David. Amaba a David y estaba agradecido con el por haberle cuidado aun cuando era lisiado, por amor a su padre Jonathan.
David le recriminó el que no hubiera estado de su lado pero Mefiboset le explicó a David lo que realmente pasó. David se había equivocado juzgando mal a Mefiboset, fue un error darle las tierras a Siba.
David al enterarse de su error quiso enmendarlo. Mefiboset tenía un gran corazón tal como su padre Jonathan para él era más importante que David había regresado en paz.
Otro que descendió fue Barzillai Galaadita, este era uno de los hombres que ayudaron a David (17.27) cuando huía. Era ya muy grande y David en agradecimiento le invitaba a ir al reino con el.
Barzillai sentía que no viviría mucho y seria una carga para David y decide pasar la bendición a su hijo.
Ya con la aprobación de las doce tribus David decide regresar. Pero hubo
algunas envidias entre los de Israel y Judá. Algunos no alcanzaban a ver que no importaba el orden sino la unificación de las tribus.
Desafortunadamente estos conflictos entre hermanos seguirían y con ellos los problemas para David.