viernes, 31 de marzo de 2017

Leyendo... 1 de Reyes capítulo 21


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LECTURA DIARIA:
1 de Reyes capítulo 21

Dios quería el arrepentimiento del rey Acab, pero Acab hizo lo malo así que fue condenado por Dios.
Nabot de Jezreel tenía allí una viña que estaba junto al palacio del rey Acab.
Acab quería convertir la viña en sembradío de legumbres y le propuso a Nabot cambiar su viña por otra. La ley mosaica indicaba que las tierras debían de permanecer en la familia (Números 36.6-7)
Acab apeló a la codicia que pudiera tener Nabot. Pero Nabot era un hombre temeroso de Dios que sabía las leyes dadas por Moisés.
Para Nabot había cosas más importantes que el dinero, obedecer a Dios, y
la respuesta de Nabot fue un rotundo no, sin importar que a quien tenía enfrente era el rey de Israel.
Acab no pudo ocultar su molestia a causa de no lograr lo deseado y estaba deprimido, al verlo así Jezabel, una persona prepotente y autoritaria, quería que su esposo lo fuera también.
Jezabel si estaba dispuesta a ejercer su autoridad y arrebatar la posesión de Nabot.
Jezabel escribió cartas en nombre de Acab y falsificó la firma de su esposo y las envió a los ancianos y principales acusando con mentiras a Nabot.
El plan perverso consistía el poner primero a Nabot en un lugar de honor para que todo el pueblo lo viera para luego juzgarlo delante de todos.
Los ancianos supieron del plan y se hicieron cómplices. Tenían que levantar una gran mentira contra Nabot para que lo mataran. La ley tomaba como una gran ofensa blasfemar contra Dios y el rey (Éxodo 22.28)
Jezabel a pesar de ignorar las demás leyes, uso esta a su favor.
Nabot murió apedreado sin tener ninguna culpa, el crimen fue peor, ya que también mataron a todos sus hijos.
Jezabel misma le da la noticia de la viña a Acab. El rey no pregunto cómo murió Nabot y como pudo obtenerla.
Dios habla nuevamente a Elías ya recuperado y le dice que vaya a encontrarse con Acab.
Dios fue contra Acab y no contra Jezabel porque él era el responsable. Aunque Acab estaba tomando la viña, ante Dios le pertenecía a Nabot.
Dios sabia de la maldad realizada por Jezabel y Acab como cómplice.
Dios era quien estaba dando la condena, el mensaje lo tenía que dar Elías.
Acab moriría de una manera cruel al igual que Nabot.
Acab se sintió ofendido por el mensaje de Elías, pensaba que era su enemigo,
la verdadera enemiga era su esposa quien lo incitaba al mal, él no quería escuchar la verdad.
El precio que Acab pagaría por esa viña mal habida, sería muy alto, todo varón de su casa desaparecería. Jezabel también recibiría su castigo.
Dios dio varios ejemplos a Acab de cómo había disciplinado a sus antecesores.
Acab se arrepintió verdaderamente, tanto que Dios decidió aplazar un poco su disciplina. Dios no le quito el castigo, solo lo demoró.

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