jueves, 23 de marzo de 2017

Leyendo... 1 de Reyes capítulo 13


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LECTURA DIARIA:
1 de Reyes capítulo 13

Dios pronuncia juicio a través de un profeta que venía de Judá contra el altar de Jeroboam.
Por orden de Dios este varón dijo una profecía contra el altar.
Anunció que a la casa de David le nacería un hijo llamado Josías que sería usado por Dios para limpiar la idolatría.
Los sacerdotes establecidos por Jeroboam eran falsos y serian destruidos.
Esta profecía no pasaría inmediatamente así que el varón dio una señal.
No le gusto a Jeroboam la señal indicada por el varón de Dios, así que intento arrestarlo.
Pero tal como lo indicó el varón de Dios sucedió y el altar se partió y se derramó la ceniza sobre el altar.
Jeroboam pidió al varón por la mano que se le había secado al querer atraparlo. El varón oro a Dios y Dios contesto, esta era otra prueba que la profecía era certera.
Jeroboam vio una gran oportunidad en el varón de Dios así es que lo invitó.
El rey apeló a la ambición para hacerle ir con él. El aceptar ir a comer con Jeroboam, significaba que estaba aceptando su idolatría.
Pero el varón prefería obedecerle a Dios que obtener el favor del rey.
La orden clara de Dios era no comas pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino que fueres. Y él obedeció al mandato de Dios.
El varón de Dios es engañado por un viejo profeta. No se dice mucho de este profeta, pero por sus acciones vemos que no era un buen profeta.
Al igual que el rey, este viejo profeta invito al varón a comer. El varón de Dios siguió firme obedeciendo el mandato de Dios.
El viejo profeta le hace saber que tenía comunión con Dios, pero el mensaje era totalmente diferente.
El viejo profeta no era honesto como parecía, se atrevió a mentir usando el nombre de Dios. El varón de Dios se confió y acepto la invitación del viejo profeta.
Pero ahora si Dios hablo por medio de él, el varón había sido desobediente.
La condena seria que no llegaría con vida a su casa.
Tal como lo dijo Dios sucedió, en una manera inusual. El mismo profeta que lo engaño lo enterró. El viejo profeta pidió ser enterrado con el varón de Dios.
Dios le dio tiempo suficiente a Jeroboam para arrepentirse pero no se arrepintió. Volvió a cometer los mismos pecados, señal obvia de no haber arrepentimiento.
A causa de Jeroboam, su familia y descendencia sufriría. Serian desaparecidas para siempre.

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