jueves, 29 de diciembre de 2016

Leyendo... Jueces capítulo 14


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LECTURA DIARIA:
Jueces capítulo 14

Sansón va a la ciudad de Timnat y allí ve a una filistea que le agrada. Al regresar a su casa, y pide que sus padres la pidan como mujer. Los padres objetan que él debe casarse con una danita o israelita.
Los matrimonios con cananeos eran prohibidos para evitar la contaminación de la idolatría. El peligro sería igual con los filisteos. 
A los filisteos se les llamaba despectivamente incircuncisos repetidas veces en el AT. Parece que eran los únicos incircuncisos en la región, ya que el calificativo no se usa de las otras naciones vecinas. 
Sansón no hace caso de la objeción. Pasando por encima de los mandamientos de Dios, se guía por su criterio. Sansón muestra una actitud rebelde y hasta insolente hacia sus padres. 
En su insistencia en casarse con una mujer idólatra, Sansón personifica la conducta de Israel. 
Aunque parezca extraño, Dios estaba usando la desobediencia de Sansón. Estaba llevando a cabo su plan de liberar a Israel. Es el único en la historia que busca pelear con los filisteos. 
A pesar de sus objeciones, los padres de Sansón lo acompañan a Timnat para hacer los arreglos para la boda. 
En las viñas de Timnat, Sansón, separado de sus padres, es amenazado por un león. Pero con el poder divino, Sansón no solamente mata a la fiera, sino que la parte viva con sus propias manos, como se partía en los banquetes un cabrito cocido.
La mujer filistea acepta casarse, y al emprender el viaje para la boda, Sansón de nuevo se separa de sus padres. Busca el cadáver del león, violando su voto de nazareo. Halla miel en el cadáver, la come y la comparte con sus padres. 
Al tocar el cadáver y al comer la miel viola una prohibición, la cual fue repetida en las tres versiones de las instrucciones del ángel de Jehová a sus padres. Luego contamina a sus padres también, sin que ellos se den cuenta. Desprecia su voto, como Israel ha despreciado su pacto contaminándose con la idolatría.
Sansón hizo un banquete de siete días como fiesta de boda. Los compañeros serían invitados por la familia de la novia. El hecho de que Sansón no estaba acompañado de amigos israelitas, anticipa su lucha solitaria contra los filisteos.
Sansón propone a los compañeros filisteos una competencia. Las adivinanzas serían parte de la diversión de un banquete de siete días, y la capacidad de formularlas y resolverlas sería una medida de la sabiduría de una persona.
Para sacarle a Sansón la respuesta, su mujer, utiliza dos artimañas, llora y le acusa de no amarla. 
Sansón, no puede resistir el llanto de su mujer. El último día del banquete le revela la respuesta a ella, y ella a sus compatriotas. 
Lleno del poder divino, Sansón mata a treinta filisteos de Ascalón, y paga su deuda con los vestidos de sus víctimas. 
Sansón regresó a su casa sin consumar su matrimonio.

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