miércoles, 28 de diciembre de 2016

Leyendo... Jueces capítulo 13


La imagen puede contener: 3 personas, personas sonriendo, texto
LECTURA DIARIA:
Jueces capítulo 13

El Señor llamó a Sansón para que liberara a Israel de los 40 años de opresión filistea. Israel había entrado en otra fase del culto idólatra como en anteriores veces. El Señor usó a los filisteos para castigar a Israel.
A diferencia de otros relatos sobre la apostasía de Israel, no hay indicios de arrepentimiento israelita antes de que Dios levantara a Sansón como su libertador.
Los filisteos arribaron a Canaán en la época de la invasión de los pueblos del mar, alrededor del año 1200 a.C. Los israelitas aceptaron su dominación hasta el período de Samuel.
Los israelitas no se habrían vuelto a Dios si el sufrimiento, la opresión y la muerte no los hubiera afectado. Dios no causó este sufrimiento, sino que fue el resultado de que el pueblo hiciera caso omiso a Dios como su juez y gobernante.
Zora era la ciudad donde vivía Manoa con su esposa, estaba situada en las llanuras de Judá, asignada a la tribu de Dan. La esposa de Manoa era estéril, el ángel del Señor se le apareció y le anunció que iba a ser madre. Recordemos que la esterilidad en una mujer israelita era una desgracia.
A la esposa de Manoa se le dijo que su hijo comenzaría la liberación de Israel de la opresión filistea.
Sansón tenía que ser un nazareo. Nazareo era la persona que mediante un voto se apartaba para el servicio a Dios. Los padres de Sansón hicieron el voto por él. A veces, el nazareato era temporal, pero en el caso de Sansón era para toda la vida. Como nazareo, Sansón no podía cortarse el pelo, tocar ningún cadáver ni beber nada que tuviera alcohol.
Aunque Sansón a menudo usó un juicio deficiente y pecó terriblemente, logró mucho cuando determinó consagrarse a Dios. En este sentido era como la nación de Israel. Mientras los israelitas se mantenían separados para Dios, la nación prosperaba. Sin embargo, cayeron en un terrible pecado cuando se olvidaron de El.
La parte que tuvo Sansón al someter a los filisteos fue solo el comienzo, no por eso menos importante. Era la tarea que Dios le encargó que hiciera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario