sábado, 3 de diciembre de 2016

Leyendo... Josué capítulo 14


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LECTURA DIARIA:
Josué capítulo 14

El reparto de la tierra debía ser ejecutado delante de Dios y presidido por Josué, Eleazar el líder espiritual, y un representante de cada una de las tribus.
Echar suertes era un método respetado para determinar la voluntad de Dios, la gente aceptaba el resultado como la decisión de Dios.
Aquí se hace un recuento de cómo fue dividido el territorio al oeste del río Jordán entre las restantes nueve y media tribus. 
Las doce tribus de Israel descendían de los 12 hijos de Jacob. Como Leví no recibió porción alguna, quedaban 11 tribus. Pero los descendientes de José fueron divididos en 2 tribus, Efraín y Manasés, haciendo que el número de tribus ascendiera de nuevo a 12.
La tierra se repartió exactamente como Dios le había mandado a Moisés años atrás. Josué no cambió ni una palabra. Siguió las indicaciones de Dios al pie de la letra. 
A la edad de 85 años Caleb reclamó la ciudad que se le prometió 45 años antes.
Caleb fue fiel desde un principio. Como miembro del grupo de espías que primero inspeccionó la tierra prometida, vio grandes ciudades y gigantes, pero sabía que Dios ayudaría al pueblo a conquistar la tierra. A causa de su fe, Dios le prometió una tierra para él personalmente. Cuarenta y cinco años más tarde la recibió. Su fe seguía firme. Aunque todavía había gigantes en la tierra, sabía que el Señor le ayudaría a conquistarlos. 
Josué bendijo a Caleb y le entregó la ciudad de Hebrón que estaba ubicada a 30 km al suroeste de Jerusalén como su heredad. Abraham, Isaac y Jacob vivieron allí durante un período de sus vidas; fue en ese lugar que Abraham erigió un altar a Jehová tras su separación de Lot.

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