domingo, 11 de diciembre de 2016

Leyendo... Josué capítulo 22


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LECTURA DIARIA:
Josué capítulo 22

Antes de comenzar la conquista, las tribus de Rubén, Gad y Manasés habían recibido tierras al este del Jordán. Pero antes de poder quedarse allí, primero tuvieron que prometer que ayudarían a las demás tribus a conquistar la tierra del lado occidental. Habían cumplido con sus deberes prometidos de manera paciente y diligente. Josué los elogió por haber hecho precisamente eso. Por fin se les permitió regresar a sus familias y construir sus ciudades. 
Josué vuelve a declarar brevemente el mensaje central que Moisés le dio al pueblo en Deuteronomio: la obediencia debe ser basada en el amor hacia Dios. Aunque los israelitas habían cumplido con su responsabilidad militar, Josué les recordó de su responsabilidad espiritual. 
Más de 40.000 soldados recibieron la bendición de Josué y regresaron a reunirse con sus familias, que los habían esperado por lo menos 7 largos años.
En su camino a casa, las tribus orientales construyeron un gran altar en algún lugar cerca del río Jordán. Las tribus occidentales interpretaron esta acción como apostasía.
Las tribus estaban preocupadas ya que sin ninguna señal visible de unidad entre el pueblo a los dos lados del Jordán, generaciones futuras podrían percibir algún conflicto entre ellas. El altar, modelado según el altar de Jehová, debía servir para recordar a las personas que todos adoraban al mismo Dios. Las tribus orientales negaron vigorosamente aquella acusación. El altar había sido construido para dar testimonio de que ellas adoraban al mismo Dios que las tribus occidentales y no como un lugar para ofrecer sacrificios.
El resto de Israel tenía miedo de que estas tribus estuvieran iniciando su propia religión y rebelándose contra Dios. 
Pero antes de comenzar toda una guerra, Finees llevó a una delegación para saber la verdad, siguiendo el principio enseñado. Estaba dispuesto a negociar en lugar de luchar. Cuando supo que el altar servía de testimonio y no para sacrificios paganos, se evitó una guerra y se restauró la unidad.

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