UN MOMENTO CON DIOS
Debemos resistir en fe
“En ese día, el remanente que quedará en Israel, los sobrevivientes de la casa de Jacob, ya no seguirán confiando en aliados que buscan destruirlos. En cambio, confiarán fielmente en el Señor, el Santo de Israel.” (Isaías 10. 20)
Luego que el ejército de
Asiria fue destruido, un grupo pequeño del pueblo de Dios dejaría de depender
de Asiria y comenzaría a confiar en Dios. Este grupo sería solo una fracción de
la población anterior de Israel.
A los que permanecieron fieles a Dios a pesar de los horrores de la invasión se
les llama el remanente. La clave para ser parte del remanente era la fe. No
basta con ser un descendiente de Abraham, vivir en la tierra prometida y
confiar en Dios en su tiempo.
¿Confía usted en (1) su herencia cristiana, en (2) los rituales de adoración o
en (3) experiencias pasadas para estar a bien con Dios?
La verdadera fe viene, de la Palabra de Dios, no viene ni por los rituales, ni
por las experiencias, en las Escrituras se nos habla de que podemos confiar
porque somos hijos de Dios, o sea, que nuestra confianza debe estar en nuestra
herencia cristiana porque somos hijos de Dios.
La vida está compuesta por situaciones favorables y también, situaciones
desfavorables, dentro y fuera de la iglesia, dentro o fuera de la fe en Dios.
Dios se vale de estas situaciones de vida, para enseñarnos lecciones valiosas,
para ayudarnos a encontrar el verdadero valor de la vida, y el propósito para
el cual nos dio esa vida.
Siempre y en todos los tiempos, Dios ha preservado un remanente fiel, esto ha
sido fundamental para conservar vivo el espíritu de la resurrección de Cristo.
Por nuestras aflicciones podemos aprender a no poner nuestra confianza en las
criaturas. Sólo pueden permanecer con consuelo en Dios, los que se vuelven a Él
de verdad, no sólo fingiendo y profesando.
Es contra el pensamiento y la voluntad de Dios que su pueblo se entregue al
temor cuando esté pasando por pruebas, pase lo que pase. Para exhortar al
pueblo de Dios el profeta les recuerda lo que Dios había hecho antes contra los
enemigos de su pueblo.
El mensaje es igual para nosotros, creemos en el Dios de la Biblia, su poder y
su gloria siguen inalterables, todo lo que lo vimos hacer en las Escrituras
para demostrar su poder y salvar a su pueblo, nos demuestra que Dios puede
garantizarnos su protección, porque no hay nada que sea imposible para Dios.
Dios les bendiga abundantemente.
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