UN MOMENTO CON DIOS
La motivación para estar
agradecidos.
“¡Aleluya! Alabaré al Señor de todo corazón en la reunión de los hombres honrados, en la comunidad entera. Las obras del Señor son grandes, y quienes las aman, las estudian. Su obra es bella y esplendorosa, y su justicia permanece para siempre. Ha hecho inolvidables sus maravillas.” (Salmo 111. 1 – 4)
La voluntad de Dios es que
demos gracias en todo. ¿Cómo podemos hacerlo? Cuando sucede algo desagradable,
ciertamente no nos sentiremos agradecidos, pero la Biblia dice claramente que Dios
quiere que sus hijos expresen gratitud en todas las situaciones.
Si esperamos mantener un
espíritu de agradecimiento, debemos encontrar una motivación firme. De lo
contrario, nuestro agradecimiento fluirá y refluirá según nuestra condición del
momento. Puesto que la única constante en nuestra vida es el Señor mismo, es Él
en quien debemos enfocarnos.
Primero, podemos estar
agradecidos por las demostraciones del poder y la sabiduría de Dios que se
manifiestan en Su creación.
Las montañas, los mares, los
bosques y los campos revelan Su bondad por la manera que ÉL creó una habitación
tan hermosa para nosotros. Por lo tanto, al levantar los ojos al cielo, vemos
la inmensidad de Su poder y Su creatividad. Y al mirar en un microscopio,
observamos su intrincado diseño incluso de las partículas más pequeñas de la
creación.
Otra razón para estar
agradecidos es el cuidado providencial de Dios. Todos los días nos
refugiamos en Su protección, guiados por Su Espíritu y nutridos física y
espiritualmente por Su gracia y Palabra infalible.
Sobre todo, debemos estar
siempre agradecidos por nuestra redención. Sin la salvación por medio de Cristo,
estaríamos sin Dios, tanto en este mundo como en la eternidad.
Así que, incluso cuando la
vida nos decepcione, debemos recordar que hay una herencia reservada para
nosotros en el cielo.
¡Esa es razón suficiente para
estar agradecidos siempre!
Dios les bendiga abundantemente.
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