UN MOMENTO CON DIOS
¡Estad quietos!
” Estad quietos, y conoced que yo soy DIOS; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra” (Salmo 46. 10)
¡Estad quietos…! Éste es un
consejo difícil. ¿Quién es capaz de estar quieto cuando las cosas andan mal?
Imaginemos un equipo de fútbol
que está jugando por el titulo mundial. Faltan cinco minutos para que termine
el partido y el equipo está perdiendo. ¿Podemos pensar que la orden del
entrenador será “calmaos”?
¿Cómo calmarse cuando se está
desempleado, o cuando un tsunami se acerca destruyendo todo lo que encuentra en
su camino, o cuando acabamos de descubrir que tenemos un familiar enfermo?
Evidentemente, el “Estad
quietos” que el salmista menciona no tiene nada que ver con cruzar los
brazos y no hacer nada, dormir descansadamente mientras las cosas se están
cayendo a nuestro alrededor. El Salmo 46, de donde se extrae el versículo de
hoy, es un salmo de confianza.
El salmista comienza
diciendo: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en
las tribulaciones”. Percibamos este pensamiento, que aparece muchas veces a lo
largo de la Biblia... Dios nunca prometió que estaríamos libre de momentos
difíciles. Su promesa es que en medio de las tribulaciones, Él será
tu “refugio” y “socorro en las tribulaciones”.
En este salmo se repite tres
veces la idea de que “Dios está con nosotros”. Por este motivo necesitamos
tranquilizarnos. Mientras corremos de un lado a otro, tratando de resolver los
problemas a nuestra manera, no nos queda tiempo para ver que “Dios está
con nosotros”. Que ÉL es nuestro refugio, fortaleza y socorro.
El versículo de hoy es una
invitación para separar tiempo para Dios, antes de salir corriendo por ahí. En
esos momentos de meditación, a solas con el Creador, podremos conversar con Él,
leer Sus promesas escritas en la Biblia, meditar en ellas y, entonces, nos daremos
cuenta que no estamos solos.
“Dios está con
nosotros” y, como dice Pablo: “Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra
nosotros?” (Romanos 8. 31)
“Estad quietos” ¿Para
qué?... para conocer “que Yo soy Dios”. Y para “contemplar las obras
del Señor”.
Tranquilicémonos y conversemos
con Dios. Contémosle todo lo que nos está pasando. Digámosle que no tenemos ni
fuerzas ni recursos. ÉL está a nuestro lado listo para entregarnos victorias,
las victorias que Él ya ganó para cada uno de nosotros.
“Estad quietos, y conoced que
yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones.” “ÉL es nuestro amparo y
fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.
Dios les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario