lunes, 7 de junio de 2021

Cada día... Saliendo de una crisis.

 


CADA DÍA CON DIOS

Saliendo de una Crisis

 

Todos, muchas veces hemos sentido que todo nos está saliendo bien y cuando menos lo esperamos las cosas cambian y empezamos a experimentar crisis en nuestra vida.

 

Josué estaba acostumbrado a ganar todas sus batallas por esta razón se daba el lujo de no utilizar a todos sus soldados en algunas batallas. Josué 7. 3 “Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos” 

Cuando todo nos sale bien muchas veces nos lleva al acomodamiento. 

Lo que Josué no se imaginaba es que todo había cambiado y ahora en lugar de salir victoriosos como estaban acostumbrados tendrían que salir huyendo. Josué 7. 4 “Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai.” 

La mayoría de nosotros cuando sentimos que las cosas nos salen mal lo único que hacemos es lamentarnos y reclamar el porque nos tienen que suceder ese tipo de cosas a nosotros. Josué 7. 6 “Entonces Josué rompió sus vestidos, y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.” 

Como Salir de una Crisis. 

1. Dejando de siempre lamentarse. Josué 7. 7 “Y Josué dijo: !!¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos, para que nos destruyan? !!Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!”  El lamentarnos siempre hace que nos veamos como víctimas. 

Todo aquel que se cree una víctima no tiene la capacidad de ver soluciones, y lógicamente ve problemas donde no los hay. 

Las personas víctimas por lo general siempre terminan convirtiéndose en carga o estorbo para los demás. 

2. Actuando. Josué 7. 10 “Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?” Es necesario levantarnos del acomodamiento que produce el victimizarnos. 

Es necesario postrarnos delante de Dios y levantarnos con fuerza para seguir luchando. 

3. Encontrando el origen del problema. Josué 7. 11 “Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.”  Si no encontramos lo que origina nuestra crisis, todo intento que hagamos para salir es en vano. 

Nuestra forma equivocada de actuar muchas veces es la causante para que suframos de las diferentes crisis que vivimos. 

4. Corrigiendo los errores. Josué 7. 13 “Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.” El problema no está en equivocarnos, el problema está en no corregir a tiempo lo malo que estamos haciendo. 

5. Aceptando las consecuencias de nuestros actos. Josué 7. 25 “Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos.” En este caso la consecuencia era la muerte física. 

En nuestro caso puede ser morir a esa mala manera de actuar, muchos somos bruscos para hablar, intolerantes o faltos de paciencia. 

Cada quien tiene que reconocer que es lo malo que está haciendo para poder cambiar, la única forma de llegar a la perfección es a través de la corrección, sin corrección no hay perfección. 

Todos los seres humanos tendemos a equivocarnos de una o de otra forma, nuestras equivocaciones pueden generar crisis en nuestra vida, dejemos de lamentarnos, corrijamos a tiempo y podremos salir de la crisis en la que nos encontremos. 

 

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