UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
UN
VERDADERO HOGAR
Con
sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se
llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable”.
(Proverbios
24.3 - 4)
Que hermoso cuando estamos construyendo nuestro casa. Debemos hacer las mismas cosas que el hombre que está edificando un hogar, y luego pone los muebles dentro de esa casa, la adorna con hermosos cuadros y alfombras y muchas cosas personales que también tienen mucho valor; y es algo hermoso el poder ver una casa así, bien arreglada, que ha sido amoblada de una forma maravillosa.
Que hermoso cuando estamos construyendo nuestro casa. Debemos hacer las mismas cosas que el hombre que está edificando un hogar, y luego pone los muebles dentro de esa casa, la adorna con hermosos cuadros y alfombras y muchas cosas personales que también tienen mucho valor; y es algo hermoso el poder ver una casa así, bien arreglada, que ha sido amoblada de una forma maravillosa.
Pero
lo más importante es que deberíamos estar edificando una casa aquí en la
tierra, un hogar de sabiduría, una casa de mucho conocimiento.
Para
eso debemos comenzar en nuestras mentes y nuestros corazones y debería llegar a
ser una mansión hermosa. Luego, debemos llenar las cámaras con toda clase de
muebles hermosos y adornos, con cuadros y otras cosas hermosas.
El
Apóstol Pablo le dijo al joven Timoteo: “Procura con diligencia presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
Palabra de verdad” (2 de Timoteo 2.15).
La
prioridad de nuestra vida debería ser
llenar nuestros corazones y nuestras vidas con la Palabra de DIOS. Entonces, podemos
construir un hermoso hogar y llenarlo con cosas hermosas. Es algo lamentable
ver algunas casas en la actualidad que son hermosas por fuera pero están en
ruina espiritualmente, sus habitantes están vacíos por dentro, aparentan vivir
juntos pero tienen vidas individuales. Eso, por más lujoso que sea el edificio,
no es un hogar.
En algunos lugares viven personas que son muy pobres, y su hogar en realidad es algo que ha sido armado de cosas que se encuentran por la calle. Pedazos de madera, de chapas de alguna lata de aceite o de una propaganda comercial.
En algunos lugares viven personas que son muy pobres, y su hogar en realidad es algo que ha sido armado de cosas que se encuentran por la calle. Pedazos de madera, de chapas de alguna lata de aceite o de una propaganda comercial.
A
veces entramos a esos lugares y encontramos que no tienen ni donde sentarse, ya
que estas personas ni siquiera tienen una silla. Al observar habitaciones como
estas podemos darnos cuenta que ni siquiera tienen camas, tienen que dormir en
un rincón con una cobija vieja por colchón. Y para cocinar tienen que hacerlo
afuera. Eso es doloroso y enseguida tratamos de ayudar para que salgan de esa
condición.
Pero
hay muchos que deberían haber pasado su vida edificando un hermoso hogar, un
hogar espiritual. Y deberían haberlo llenado con los maravillosos tesoros que encontramos
en la Palabra de DIOS, y con ese tipo de vida. Sin embargo, encontramos algunos
de ellos que están rodeados de lujos materiales
y descubrimos que espiritualmente todo lo que tienen es miseria.
Y
cuando miramos dentro de eso, nos damos cuenta de la total ignorancia que
existe.
No
hay nada allí, está completamente vacío.
Hay
muchos, que aun conociendo la Palabra de son ignorantes, en realidad. Tienen
sus casas completamente vacías. Parecen formar parte de una villa miseria.
DIOS
quiere que vivamos bien, que tengamos una linda casa, pero cuidado con lo que
ponemos en primer lugar, si lo material o lo espiritual. De eso va a depender
el resultado final.
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