UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
UN ÁNIMO ANGUSTIADO
"El ánimo del hombre le sostendrá en su enfermedad, pero ¿quién sostendrá a un ánimo angustiado". (Proverbios 18.14).
El ánimo no es algo que viene de fuera, es del hombre, está en el hombre, es parte de nuestra naturaleza, de nuestra creación.
Muchas veces relacionamos el ánimo con agentes externos y ajenos al hombre, pero la palabra ánimo, que significa fuerza, está en nuestro interior. DIOS nos hizo y puso esto en nosotros.
El alma está compuesta por los pensamientos, la fuerza y la voluntad.
Vivimos tiempos, en general, de desequilibrio mental, físico y espiritual en las personas.
Hay personas inconstantes, que tienen problemas en el ánimo. Son señales que indican que hay un problema, una enfermedad.
La Biblia dice que el ánimo del hombre va a soportar, a vencer la enfermedad sea ésta física, mental o emocional.
Existen personas especialistas en desanimarnos con pensamientos fatalistas, cuando alguien anda con el ánimo angustiado y nos acercamos, terminamos afectados. Tenemos que tener conciencia de la urgencia de mantener un buen ánimo. Necesitamos un buen ánimo.
Hay muchas adversidades. Todos hemos vivido situaciones que han afectado nuestro ánimo al punto de robarnos la fuerza necesaria para recobrarlo; tomamos como algo normal su pérdida. Hoy es tiempo de recuperar el ánimo perdido.
Hay pensamientos que debemos soltar, liberarnos de ellos puesto que los mismos nos desaniman. Nunca avanzaremos en la vida sin ánimo y si no hay ánimo no hay vida.
Que importante es que cuidemos nuestro ánimo. Sin ánimo no somos capaces de vivir. Una persona puede estar en la condición más grave, pero si su ánimo resiste el cuerpo de la persona soportará la enfermedad.
El ánimo está ligado al espíritu. El espíritu y el alma tienen que estar en una perfecta comunión para producir un buen ánimo. Tienen que estar en armonía. Si el espíritu del hombre está en desacuerdo con el alma sucede lo que dice Santiago 1.8 cuando habla del hombre de doble ánimo, el cual es inconstante en todos sus caminos. La persona de doble ánimo es arrastrada; no piense esta persona que recibirá cosa alguna del Señor.
El buen ánimo soporta la enfermedad, el anhelo, el deseo de querer y realizar las cosas.
Se necesita buen ánimo para hacer las cosas. El buen ánimo contagia. Nehemías reedificó todas las murallas de Israel porque el pueblo tuvo ánimo y trabajó.
¿Cómo recuperamos el ánimo perdido?
Acercándonos a DIOS para purificar nuestros corazones como lo establece la Biblia en el libro de Santiago 4.8.
Cuando nos acercamos a DIOS entendemos Su plan para nuestras vidas en todas sus áreas. El acercarnos a DIOS nos beneficia y nos cambia en todos y cada uno de las diferentes áreas de nuestra existencia.
Acerquémonos hoy más a DIOS a través de su hijo amado Jesús. DIOS es el único que puede hacer la obra en nosotros y purificar nuestros corazones.
Dios les bendiga abundantemente.
UN ÁNIMO ANGUSTIADO
"El ánimo del hombre le sostendrá en su enfermedad, pero ¿quién sostendrá a un ánimo angustiado". (Proverbios 18.14).
El ánimo no es algo que viene de fuera, es del hombre, está en el hombre, es parte de nuestra naturaleza, de nuestra creación.
Muchas veces relacionamos el ánimo con agentes externos y ajenos al hombre, pero la palabra ánimo, que significa fuerza, está en nuestro interior. DIOS nos hizo y puso esto en nosotros.
El alma está compuesta por los pensamientos, la fuerza y la voluntad.
Vivimos tiempos, en general, de desequilibrio mental, físico y espiritual en las personas.
Hay personas inconstantes, que tienen problemas en el ánimo. Son señales que indican que hay un problema, una enfermedad.
La Biblia dice que el ánimo del hombre va a soportar, a vencer la enfermedad sea ésta física, mental o emocional.
Existen personas especialistas en desanimarnos con pensamientos fatalistas, cuando alguien anda con el ánimo angustiado y nos acercamos, terminamos afectados. Tenemos que tener conciencia de la urgencia de mantener un buen ánimo. Necesitamos un buen ánimo.
Hay muchas adversidades. Todos hemos vivido situaciones que han afectado nuestro ánimo al punto de robarnos la fuerza necesaria para recobrarlo; tomamos como algo normal su pérdida. Hoy es tiempo de recuperar el ánimo perdido.
Hay pensamientos que debemos soltar, liberarnos de ellos puesto que los mismos nos desaniman. Nunca avanzaremos en la vida sin ánimo y si no hay ánimo no hay vida.
Que importante es que cuidemos nuestro ánimo. Sin ánimo no somos capaces de vivir. Una persona puede estar en la condición más grave, pero si su ánimo resiste el cuerpo de la persona soportará la enfermedad.
El ánimo está ligado al espíritu. El espíritu y el alma tienen que estar en una perfecta comunión para producir un buen ánimo. Tienen que estar en armonía. Si el espíritu del hombre está en desacuerdo con el alma sucede lo que dice Santiago 1.8 cuando habla del hombre de doble ánimo, el cual es inconstante en todos sus caminos. La persona de doble ánimo es arrastrada; no piense esta persona que recibirá cosa alguna del Señor.
El buen ánimo soporta la enfermedad, el anhelo, el deseo de querer y realizar las cosas.
Se necesita buen ánimo para hacer las cosas. El buen ánimo contagia. Nehemías reedificó todas las murallas de Israel porque el pueblo tuvo ánimo y trabajó.
¿Cómo recuperamos el ánimo perdido?
Acercándonos a DIOS para purificar nuestros corazones como lo establece la Biblia en el libro de Santiago 4.8.
Cuando nos acercamos a DIOS entendemos Su plan para nuestras vidas en todas sus áreas. El acercarnos a DIOS nos beneficia y nos cambia en todos y cada uno de las diferentes áreas de nuestra existencia.
Acerquémonos hoy más a DIOS a través de su hijo amado Jesús. DIOS es el único que puede hacer la obra en nosotros y purificar nuestros corazones.
Dios les bendiga abundantemente.
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